El suministro de petróleo a corto plazo seguirá siendo limitado mientras la demanda siga aumentando. Este es el resumen del último informe de la EIA estadounidense (Energy Information Administration).
La disminución de la producción de la OPEP + (Organización de Países Exportadores de Petróleo y Países Socios) está impulsando al alza los precios del crudo en marzo y abril. La EIA espera que el Brent promedie 64 dólares por barril en el segundo trimestre de este año y se mantenga por debajo de 60 dólares por barril hasta fines de 2022.
Mucho más optimista es Goldman Sachs, que espera 80 dólares el barril en el tercer trimestre.
Precios suficientes para equilibrar el presupuesto de los productores
Al 19 de marzo, el Brent tenía un valor de 64,46 dólares el barril, mientras que el WTI tenía un valor de 61,36 dólares. Estos son niveles de precios que para muchos productores significan alcanzar un balance.
Sin embargo, nadie olvida que la pandemia, entre otros efectos, ha provocado una caída de la demanda de petróleo con precios que han alcanzado mínimos en 18 años. Por ello, los analistas son muy cautelosos y señalan que la demanda de petróleo está muy ligada a la recuperación económica. Además, si hubiera aumentos significativos en la producción, se podrían activar las ventas. En otras palabras, el mercado todavía parece bastante frágil y esto sin duda explica la renuencia de Arabia Saudita a aumentar la producción.
Próxima reunión: 1 de abril
Por supuesto, todos los ojos están ahora puestos en la próxima reunión de la OPEP que se celebrará en abril, todavía por videoconferencia.
No hace falta añadir que los precios y las perspectivas del petróleo también son factores determinantes para los mercados de los metales. El cobre, por ejemplo, ha recibido fuertes señales del aumento de los precios del oro negro y es probable que se vea afectado de nuevo de manera significativa en los próximos meses.
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