El mundo está entusiasmado con las posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial (IA). Las compañías de petróleo y gas la están utilizando para aumentar la producción y mejorar la eficiencia de las perforaciones, así como las plataformas online y los sitios web de todo el mundo están obteniendo grandes beneficios del uso cada vez más frecuente de chatbot.
Sin embargo, a muchos se les escapa que la Inteligencia Artificial tiene un problema enorme: consume enormes cantidades de electricidad.
Tendremos que usar gas natural para obtener tanta energía
Un artículo reciente del New Yorker afirma que solo ChatGPT consume medio millón de kilovatios hora al día y, según un científico holandés (Alex De Vries) que ha calculado el uso potencial de electricidad de la IA a nivel mundial, el consumo mundial anual podría alcanzar, en la estimación más prudente, la increíble cifra de al menos 85 teravatios hora.
Es inútil decir que una cantidad tan grande de electricidad adicional no puede ser satisfecha por la energía eólica y solar. Probablemente, necesitaremos energía nuclear. Por supuesto, también usaremos gas natural para hacer frente a las nuevas necesidades de electricidad y es muy probable que aumente el consumo de carbón para satisfacer esta demanda.
Por otro lado, los programas de IA necesitan enormes cantidades de información para llevar a cabo una tarea. Se ha calculado que si Google cambiara su motor de búsqueda tradicional por uno basado en Inteligencia Artificial Generativa, el consumo de electricidad del motor de búsqueda llegaría hasta los 29 TWh al año.
Más inteligencia, más energía
Como dijo el CEO de ARM (una empresa de diseño de chip) hablando sobre la IA, «Cuanta más información recopilan, más inteligentes son, pero cuanto más información recopilan para volverse más inteligentes, mayor es la energía necesaria«.
Está volviéndose cada vez más evidente, como también se ha escrito en el Wall Street Journal, que toda esta energía dedicada a la IA no es sostenible, especialmente cuando el mundo quiere pasar a la producción de energía con bajas emisiones de carbono, lo que inevitablemente conlleva una disminución en lugar de un aumento de la demanda de energía.
Por otro lado, desde la perspectiva de la industria petrolera y del gas, es una gran oportunidad, ya que el gas es la única fuente de energía económicamente eficiente que puede funcionar de manera confiable las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Según Energy Capital Partners, el crecimiento del uso de IA requerirá una expansión de la capacidad de generación de gas.
Los voraces centros de datos de las Big Tech
Un gran dolor de cabeza para los defensores de la transición verde, que también son ávidos partidarios del sector tecnológico. La IA promete ayudar a avanzar en la transición, pero al mismo tiempo la obstaculiza creando una demanda de energía que solo puede ser satisfecha por los hidrocarburos.
Además, hay que tener en cuenta que el boom de la IA es completamente incompatible con la idea de decrecimiento que está cobrando fuerza en Europa. La idea es que las economías ya no necesitan apuntar al crecimiento a toda costa y, en cambio, deberían tender a reducir el consumo, con menores necesidades de energía. Por supuesto, esto no puede funcionar con consumidores voraces de energía como son los data center para la IA.
¿Qué nos contarán las Big Tech para explicarnos que, mientras promueven la transición energética, están consumiendo una enorme cantidad de energía (de combustibles fósiles) para hacer funcionar sus computadoras?
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