En los últimos dos años, Europa se ha alejado de las materias primas energéticas rusas para castigar a Putin por la guerra en Ucrania. La Unión Europea (UE) primero impuso un embargo a la importación de petróleo crudo de Rusia en diciembre de 2022 y luego a los productos derivados del petróleo (incluyendo gasolina y diésel) en febrero de 2023.
En este período, las importaciones rusas de gas natural han caído de aproximadamente 450 millones de metros cúbicos por día (mcm/d) a finales de 2021 a unos 150 mcm/d actuales. El gas que aún llega a Europa se divide principalmente entre gas natural licuado (GNL) y gas que atraviesa Ucrania y otros países a través de gasoductos.
Pocos avances en reducir otras fuentes de suministro ruso en casi dos años
Afortunadamente, en las últimas dos temporadas invernales, el gas no ha escaseado (aunque a precios altísimos), a pesar de la drástica reducción de las importaciones rusas. Al final de la última temporada invernal (abril de 2024), las reservas de gas en Europa estaban llenas casi al 60%, un nivel record para esa época del año.
A primera vista, podría parecer una hazaña impresionante, pero, según los analistas, Europa ha hecho pocos avances en reducir otras fuentes de suministro ruso en casi dos años, a pesar de que algunos países pidieran eliminar completamente las materias primas energéticas rusas. Según Standard Chartered, no ha habido avances en la reducción de las importaciones desde que cesaron los flujos a través del sistema de gasoductos Nord Stream. Por el contrario, las importaciones de gas desde Rusia han aumentado aproximadamente un 50% desde el primer trimestre de 2023.
La invasión de Ucrania en la región rusa de Kursk está generando preocupaciones sobre los flujos de gas natural que atraviesan esa zona. Es cierto que en 2019 Rusia y Ucrania firmaron un acuerdo de tránsito de gasoductos por cinco años para suministrar gas a Europa, pero Kiev ha declarado que no renovará el contrato cuando expire el 31 de diciembre de 2024.
Negocios lucrativos para Noruega y Estados Unidos
El gas ucraniano representa el 5% de las importaciones totales de gas de la UE, pero países como Austria, Hungría y Eslovaquia probablemente se verán significativamente afectados cuando se interrumpan las importaciones.
Bruegel, un think tank económicos con sede en Bélgica, ha examinado a fondo cómo se las arreglaría la UE si se interrumpiera el flujo de gas ruso. La conclusión es que la UE podría superar el próximo invierno sin gas ruso sin graves repercusiones económicas. Sin embargo, para que esto suceda, Europa tendría que reducir su demanda anual de gas natural en un 10-15%, de lo contrario no será posible llenar suficientemente los almacenes antes del próximo invierno.
Para completar el panorama general, se debe considerar que los dos países que han obtenido enormes beneficios de la exclusión del gas ruso son Noruega y Estados Unidos. El año pasado, Noruega suministró a Europa 87,8 mil millones de metros cúbicos, lo que representa el 30,3% de las importaciones totales, mientras que Estados Unidos suministró 56,2 mil millones de metros cúbicos, lo que equivale al 19,4% del total.
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