La taza de café se está volviendo cada vez más amarga para los consumidores. La crisis mundial del costo de vida ha obligado a un gran número de personas a cambiarse a productos más baratos, lo que ha alimentado un boom en la demanda de robusta.
Robusta, de menor calidad que arábica, normalmente es menos costosa porque el árbol es más duradero y requiere menos cuidado, lo que facilita su producción en grandes cantidades. Por lo general, se usa en café instantáneo, espresso y mezclas molidas que se venden en los supermercados.
El consumo va hacia el café más barato
La crisis económica que afecta a los consumidores ha cambiado las preferencias de los consumidores hacia un café más barato a base de Robusta. Sin embargo, los cultivos de este café están luchando para mantenerse al día con el aumento de la demanda, y los precios mayoristas alcanzaron este mes su nivel más alto en casi doce años.
Según Bloomberg, el mercado de café más grande europeo, que no es Italia sino Alemania, ha visto un aumento en los precios minoristas, con variedades instantáneas que cuestan casi un 20% más que hace un año.
En el mercado internacional, el riesgo ahora es que haya escasez de Robusta. En Vietnam, el mayor productor del mundo, la cosecha fue la peor en cuatro años ya que los agricultores cambiaron a cultivos más rentables, como aguacates y durián, para hacer frente al auge de los costos de los fertilizantes. Brasil, el segundo mayor productor de Robusta, ha visto sus cosechas dañadas por la sequía, mientras que la producción de Indonesia también podría verse afectada por las fuertes lluvias.
Las exportaciones están creciendo pero no tanto como la demanda
Sin embargo, a pesar de todos estos problemas, los datos de la International Coffee Organization para los primeros seis meses de la temporada indican que las exportaciones mundiales de Robusta fueron más altas que en los últimos tres años, aunque no lo suficiente para mantener el ritmo de la demanda.
Por supuesto, lo que estamos viendo es un cambio en la demanda de un café más caro a uno más barato. La inflación de dos dígitos en muchas partes del mundo, con los costos de los alimentos disparados a sus niveles más altos en décadas, ha obligado a los consumidores a buscar opciones más económicas, incluido el café.
El café suave, dulce y cremoso pasará a ser cosa del pasado para muchos consumidores, que tendrán que acostumbrarse al nuevo sabor del Robusta, un poco dulce pero también ácido.
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