Para los containers el tiempo de las vacas gordas tienen meses contados

En 2021, los portacontenedores lograron resultados sin precedentes en la historia del sector. Pero la fiesta puede no durar mucho.

Hay argumentos que desde siempre nadie ha hecho cola, salvo que haya problemas que también pongan en crisis a los consumidores. Como en el caso de los containers (envíos internacionales de mercancías) que cuando dan noticia nunca son buenas noticias.

Beneficios nunca vistos en la historia del sector

Que el último año fue un año pésimo para el sector del transporte de containers también lo sabe el gran público, que sin embargo no sabe cuánto dinero se ha metido en los bolsillos de los grandes operadores. Tanto es así que quienes trabajan en el sector se apuntarían inmediatamente a una réplica el año pasado también en el transcurso de 2022. Las grandes transitarias internacionales han reportado ganancias sin precedentes gracias al aumento de volúmenes y al aumento de tarifas hasta en seis veces el precio niveles prepandémicos (Clarksons Research).

Los performance estelares de los transitarios se derivan de años anteriores con poca inversión en vehículos nuevos, la creación de 3 alianzas globales que controlan más del 80% de la capacidad y el desguace de barcos antiguos. Solo desde el año pasado los transportistas han reanudado los pedidos de nuevos barcos, que sin embargo no llegarán antes de 2023, cuando los volúmenes de transporte podrían disminuir.

Puntualidad y fiabilidad en su punto más bajo

Pero, mientras tanto, los transportistas siguen ofreciendo muy malos servicios. La puntualidad y la fiabilidad han alcanzado mínimos históricos. Los puertos atascados, las entregas tardías y los almacenes vacíos son noticias casi diarias, mientras que numerosos factores que determinan la congestión portuaria quedan fuera del control directo de los transportistas.

Como se mencionó, todos estos problemas han traído una montaña inesperada de dinero a la industria que ahora está tratando de aprovechar al máximo esta prosperidad. También porque, el actual desajuste entre oferta y demanda se revertirá, probablemente a partir de 2023, y todo apunta a la llegada de una recesión.

La recesión está a la vuelta de la esquina

Por eso los portacontainers, mientras dure, tratan de aprovechar al máximo las tarifas actuales, empleando con mucha cautela las enormes ganancias que van acumulando. Probablemente porque se están preparando para una caída de ganancias de al menos diez años, como ya sucedió en la última década.

Cuando cambie el ciclo comercial, no será fácil cobrar tarifas elevadas y los clientes no harán cola para rogar por un envío. Como saben los grandes transportistas de container, lo difícil que serán los próximos años también dependerá de cómo traten ahora a sus clientes más importantes. Aquellos que son más previsores hoy en día en las relaciones con sus clientes podrán cosechar los beneficios incluso cuando el mercado entre en depresión.

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