La atención de quienes siguen los mercados, especialmente los de los metales, solo puede dirigirse hacia esa zona del mundo que se ha convertido en el eje de la economía mundial en los últimos años : China.
Y cuando hablamos de la economía china, nos referimos principalmente a su mercado inmobiliario. No hay muchas naciones en el mundo con un sector inmobiliario que juegue un papel tan importante en la riqueza del país. Además, no hay otros que preocupen a los economistas que ven los riesgos que conlleva la dinámica de este sector.
15 millones de viviendas nuevas al año
The Economist analizó recientemente este aspecto, tan significativo para las materias primas pero no solo. Solo para tener una referencia, cuando se trata del mercado inmobiliario chino, hay que tener en cuenta que cada año China comienza a construir alrededor de 15 millones de nuevas viviendas. ¡Un número que es cinco veces mayor que el de Europa y Estados Unidos juntos!
El sector inmobiliario representa una cuarta parte del PIB de China. Por eso, cuando este mercado tira, la economía vuela. Además, es tan importante que el gobierno de Beijing hace todo lo posible para controlarlo, incluso considerando los enormes riesgos que podría representar.
Según Moody’s, los desarrolladores inmobiliarios chinos esperan más de 100 mil millones dólares en pagos de bonos solo en 2021. En algunas ciudades, los bienes raíces son tan buscados que el acceso está racionado por un sistema de lotería, donde la posibilidad de compra es de 1 en 60.
Sin embargo, nuevamente según The Economist, en las ciudades más pequeñas hay una quinta parte de los hogares gratuitos. Un desequilibrio entre las mega concentraciones urbanas y las pequeñas ciudades que el gobierno chino está tratando de resolver. Ciertamente no es una empresa fácil, que debe reducir el endeudamiento excesivo, controlar la oferta y desalentar la especulación.
En 2020, el sector inmobiliario fue el principal motor de la economía, con un gran consumo de acero y hormigón y una fuerte demanda de bienes de consumo para amueblar todas las viviendas nuevas. No es una coincidencia que los precios del acero hayan subido a niveles record.
Inmuebles y acero
Pero, ¿qué podría pasar si la locomotora inmobiliaria se ralentiza? Es probable que una desaceleración en el sector inmobiliario provoque el colapso del acero.
Como escribió recientemente el Financial Times, los nuevos controles del gobierno chino que restringen los préstamos bancarios y las hipotecas corren el riesgo de descarrilar el crecimiento económico. Por otro lado, no es nada fácil domesticar a una enorme bestia como el mercado inmobiliario chino.
Para complicar las cosas, están las proyecciones de China Index Academy, la organización de investigación inmobiliaria más grande del país, que predice que las ventas de viviendas disminuirán en aproximadamente un 4% anual durante la próxima media década. Esto equivaldría a que las ventas pasen de alrededor de 15 millones de unidades vendidas en 2020 a 13 millones en 2025.
Este último escenario conduciría a una violenta desaceleración de la demanda de acero, hierro y carbón. El mercado inmobiliario chino se está volviendo como un elefante moviéndose alrededor de una tienda de porcelana.
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