Lo que pasó en las oficinas de De Beers el mes pasado es algo que nadie recuerda que nunca sucedió. Los compradores de diamantes más importantes del mundo, convocados como es habitual por la multinacional sudafricana, pudieron regresar a casa sin comprar nada y sin que De Beers los excomulgara.
De hecho, debes saber que, como siempre, los invitados (los llamados sightholder) a las diez subastas anuales de la De Beers no pueden negarse a comprar los diamantes ofrecidos y mucho menos discutir el precio. Pero esta vez, con los precios en caída libre en todo el mundo, De Beers se ha visto obligada a ofrecer a sus clientes cierta flexibilidad.
La consigna: frenar el desplome de los precios
Es un hecho decididamente extraordinario y pone de relieve una medida desesperada para frenar el colapso de los precios de los diamantes este año. De hecho, la desaceleración de la demanda de los consumidores ha dejado a los minoristas con inventarios desbordados.
La velocidad y gravedad del colapso de los precios de los diamantes (tenga en cuenta que estamos hablando de piedras en bruto) han tomado a muchos por sorpresa. El sector había sido uno de los grandes ganadores de la pandemia mundial, ya que los compradores encerrados derrocharon en joyas de diamantes y otros artículos de lujo. Pero tan pronto como terminó el lockdown, la demanda se enfrió rápidamente, dejando a muchos operadores de la industria con demasiados diamantes comprados a precios demasiado altos.
Si bien inicialmente pudo parecer que el mercado simplemente se estaba desacelerando, pronto quedó claro que se trataba de una caída. La economía estadounidense, con diferencia el mercado más importante del sector, ha comenzado a tambalearse bajo una creciente presión inflacionaria, mientras que China se ha visto afectada por una crisis inmobiliaria que ha debilitado la confianza del consumidor.
Restablecer la oferta para sostener los precios
Para empeorar las cosas, diamantes sintéticos han comenzado a hacer sentir su competencia.
El resultado de todo esto fue una caída en los precios al por mayor de los diamantes pulidos de alrededor del 20%, lo que a su vez provocó una caída en los precios de las piedras en bruto de hasta un 35%.
Ahora, los grandes operadores del sector han cerrado los grifos de suministro, esperando que los precios puedan volver a subir. Hay algunas señales de que esta política puede funcionar, pero mucho dependerá de la crucial temporada navideña, que va desde el Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos hasta el Año Nuevo Chino. Sólo después de este período entenderemos si la desaceleración del mercado se debe a una debilidad macroeconómica o si, una hipótesis mucho más preocupante, las elecciones de los consumidores han cambiado estructuralmente.
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