El viaje interestelar del carbono, destino Tierra

Se dice que estamos hechos de polvo de estrellas. Un estudio reciente descubrió que puede ser más cierto de lo que pensábamos anteriormente.

El carbono, la columna vertebral de la vida en la Tierra, vino del espacio interestelar.

Un estudio reciente realizado en la University of Michigan (Estados Unidos) encontró que este fenómeno ocurrió después de que el disco protoplanetario, la nube de polvo y gas que rodeaba a nuestro joven sol y contenía los bloques de construcción de los planetas, se formara y se calentara.

Sobrevivió a un viaje interestelar

El carbono también fue probablemente secuestrado en sólidos dentro de un millón de años después del nacimiento del sol, lo que significa que el carbono sobrevivió a un viaje interestelar a nuestro planeta. El descubrimiento erradica lo que hasta ahora se creía que era la causa del carbono en nuestro planeta: la condensación de moléculas presentes en el gas nebuloso. El modelo de condensación se ha utilizado ampliamente durante décadas. Se supone que durante la formación del sol, todos los elementos del planeta se vaporizaron y, cuando el disco se enfrió, algunos de estos gases se condensaron y suministraron ingredientes químicos a los cuerpos sólidos. Pero esto no funciona para el carbono porque una vez que este elemento se vaporiza, no se vuelve a condensar en un sólido.

Gran parte del carbono llegó en forma de moléculas orgánicas. Sin embargo, cuando este elemento se vaporiza, produce especies mucho más volátiles que requieren temperaturas muy bajas para formar sólidos. Más importante aún, el carbono no se vuelve a condensar en una forma orgánica. Por esta razón, los investigadores dedujeron que la mayor parte del carbono de la Tierra probablemente se haya heredado directamente del medio interestelar (ISM) y no de la vaporización.

Pero para comprender mejor cómo nuestro planeta adquirió este elemento, los investigadores estadounidenses, dirigidos por el profesor Jie Li, han estimado la cantidad máxima de carbono que la Tierra podría contener. Por lo tanto, compararon la velocidad a la que una onda sísmica viaja a través del núcleo con las velocidades del sonido del núcleo. Esto hizo que los científicos se dieran cuenta de que el carbono probablemente representa menos de la mitad del porcentaje de la masa terrestre. Comprender las cantidades contenidas en la Tierra también puede proporcionar información útil sobre cuándo llegó este elemento.

Ni demasiado ni demasiado poco

El carbono de un planeta debe estar en la proporción adecuada para que se desarrolle la vida tal como la conocemos. Nuestro planeta necesita carbono para regular su clima y permitir que exista la vida, pero es algo muy delicado. No puedes tener muy poco, pero no puedes tener demasiado.

Demasiado carbono haría que la atmósfera de la Tierra se pareciera a la de Venus, que atrapa el calor del sol mientras mantiene una temperatura de alrededor de 470 grados Celsius. Demasiado poco y la Tierra se parecería a Marte: un lugar inhóspito inadecuado para la vida, con temperaturas en torno a los -60 grados Celsius.

El estudio fue publicado en Science Advances.

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