La Royal Dutch Shell ha decidido rediseñar todas sus actividades.
Uno de los cuatro principales actores privados de petróleo y gas natural del mundo, con más de 100.000 empleados en todo el mundo, quiere reducir hasta el 40% de sus operaciones de petróleo y gas, reemplazándolas por algo más ecológico.
Uno de los peores trimestres para los petroleros
En junio cerró uno de los peores trimestres de las últimas décadas para todo el sector petrolero y muchos observadores esperaban una reestructuración de la empresa (así como de muchas otras). En el caso de Shell, la reestructuración podría ser significativa dado que se ha fijado el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Ahora, como dijo su director ejecutivo, Shell ha iniciado un programa para rediseñar y reestructurar la empresa para que sea más simple y eficaz. Con toda probabilidad, esto resultará en una reducción de costos en su división principal (upstream) entre un 30 y un 40 por ciento. Además, las divisiones de gas y downstream también están considerando cuánto cortar.
Según Reuters, el gigante petrolero está examinando toda una gama de opciones y escenarios que confirman que, tras la pandemia de COVID-19, todo el grupo está pasando por una revisión estratégica.
Hacia actividades más verdes
La idea de Shell es ahorrar dinero para impulsar sus operaciones en los mercados de energías renovables y energía. Básicamente, un impulso hacia actividades más ecológicas.
Para todos los observadores del mercado, esta es una señal muy fuerte de cómo están cambiando los tiempos y cuáles son las trend para el sector energético en las próximas décadas. Además, Shell sigue los pasos de empresas como BP (antes British Petroleum) que el mes pasado declaró su intención de reducir su producción de petróleo y gas en un 40% para 2030.
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