Una lección clara de por qué el control del gobierno sobre la economía no está funcionando provino de un hallazgo reciente publicado por el Financial Times: los estadounidenses no se apresuran a comprar vehículos eléctricos. De hecho, Estados Unidos va a la zaga de gran parte del mundo desarrollado en la adopción de vehículos eléctricos.
Solo 2 de cada 10 estadounidenses quieren volverse eléctricos
Esto es bastante sorprendente si se tiene en cuenta que el gobierno de los EE. UU. ha ofrecido exenciones fiscales de hasta 7500 dólares para tratar de incentivar a las personas a pasar al eléctrico. Una manifestación de la voluntad del gobierno de planificar la economía del país que, sin embargo, choca con el libre mercado y, por el momento, este último parece llevar la delantera.
Según el Financial Times, solo 2 de cada 10 estadounidenses son «muy propensos» a comprar un vehículo eléctrico como su próximo automóvil, a pesar de los subsidios del gobierno. Pero, entre los partidarios del Partido Republicano, este número se reduce a 1 de cada 10 estadounidenses. ¿La razón? En primer lugar, el coste y la disponibilidad de la recarga, pero también el elevado precio de compra de los vehículos eléctricos. Estos son los 3 factores clave que están obstaculizando la adopción generalizada de vehículos eléctricos en el país de Tesla.
La economía sigue triunfando sobre la ideología
Entre los consumidores estadounidenses dispuestos a comprar un vehículo eléctrico, solo 6 de cada 10 consideraron la ventaja de los subsidios del gobierno, mientras que solo 3 de cada 10 lo consideran como la razón principal para comprar un auto eléctrico.
El Financial Times concluye escribiendo que «la economía todavía tiene ventaja sobre la ideología«, pero algunos creen que esta nueva evidencia podría empujar a la administración Biden a despilfarrar más dinero de los contribuyentes estadounidenses como incentivo para volverse eléctrico. Una receta que los contribuyentes europeos conocen bien y que solo puede conducir a desvirtuar radicalmente el difícil business del automóvil, compuesto por bajos márgenes y grandes cantidades de capital para invertir.
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