Conocemos a casi todo el mundo, aunque a veces no nos gusta oír hablar de ello con la esperanza de que sea una invención de los mass-media. Desafortunadamente, sin embargo, el calentamiento global continúa avanzando y la única forma de esperar detenerlo es implementar prácticas sostenibles.
Muchos sectores económicos han dado pasos hacia la sostenibilidad, incluido el sector de los envases de plástico.
El plástico de un solo uso está bajo críticas por contribuir significativamente al empeoramiento de la salud de nuestro planeta, además de ser una importante fuente de desechos. Es por eso que los esfuerzos para mejorar la reciclabilidad, la reutilización y la sostenibilidad de los envases de plástico son tan importantes.
Cuando estaba el vertedero chino
Los países occidentales, consumidores voraces e incansables productores de residuos, nunca han logrado reciclar ni la mitad del plástico desechado. Por otro lado, existía la posibilidad de verter papel, plástico y más en China, el mayor destino del mundo para estos materiales.
Sin embargo, a partir de enero de 2018, China ha introducido gradualmente restricciones a la importación. Algunas plantas de reciclaje se han quedado sin trabajo o han comenzado a convertir, mientras que el país ha comenzado a exportar algunos materiales reciclables. En Europa y Estados Unidos, el cierre de China como vertedero de materiales que no podían encontrar salida en el mercado nacional supuso el fin del business. Por ejemplo, algunas comunidades de EE.UU. Han suspendido los programas de recolección de plástico calle a calle por falta de una salida final.
Reemplazar a China, el mayor consumidor mundial de materiales reciclables, ciertamente no es tarea fácil.
Se necesitarán intervenciones amplias y sistémicas en Occidente para lograr un nivel eficaz de reciclaje y para impulsar una economía circular. Estos incluyen la creación de instalaciones de reciclaje, una responsabilidad de los fabricantes de plásticos y envases, así como una mayor educación del consumidor.
El problema del desperdicio de alimentos
Por último, y no por ello menos importante, no podemos olvidar el desperdicio de alimentos, estrechamente relacionado con la producción de residuos plásticos.
La producción, envasado y distribución de alimentos requiere muchos recursos naturales, incluidos agua, tierra y combustible. Cuando se desperdicia ese alimento, también se desperdician todos los recursos destinados a la producción y distribución. Según algunas estimaciones, en los países desarrollados se desperdicia entre el 30 y el 40 por ciento del suministro de alimentos.
Los envases de plástico ayudan a reducir el desperdicio de alimentos al preservar los alimentos perecederos, extender su vida útil y reducir la pérdida de producto debido a la rotura del recipiente. Esto ayuda a los consumidores, los minoristas y la industria de los restaurantes a ahorrar dinero y reducir el desperdicio. Sin embargo, los envases deben ser sostenibles, es decir, reciclables y sin barreras, a menudo representados por cierres, etiquetas y tintes.
Incluso si el problema es realmente complejo e involucra los intereses en conflicto de productores, minoristas y consumidores, aún se necesitan grandes esfuerzos para poder lograr una mayor circularidad con el fin de tener un planeta más sostenible para las generaciones futuras.
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