Cuando los comerciantes de productos básicos se enteran del envío internacional en este período, ya saben que estos son problemas, grandes problemas.
Durante este año, con vertiginosos costos de transporte, retrasos sensacionales, congestión portuaria, falta de container, accidentes e imprevistos en las rutas internacionales, la situación parece haber llegado a lo peor en cada ocasión. Pero cada vez, inevitablemente, resulta que lo peor no tiene fin.
Cierre parcial del puerto por un solo caso de contagio
La noticia llegó de Bloomberg de que China cerró parcialmente el tercer puerto de container más concurrido del mundo después de que un trabajador se infectara con COVID-19. Todos los container de servicio que entran y salen de la terminal de Meishan en el puerto de Ningbo-Zhoushan han sido suspendidos hasta nuevo aviso, cerrando alrededor del 25% de las instalaciones totales de manipulación de container en el puerto.
Esto se suma al cierre anterior del puerto de Yantian en Shenzhen durante aproximadamente un mes desde finales de mayo. Ese cierre provocó la acumulación de mercancías en fábricas y depósitos de almacenamiento, así como una mayor congestión en los puertos cercanos.
Puertos cada vez más congestionados
Las infecciones por COVID-19 en China están creciendo y esto está provocando una creciente congestión en los dos principales puertos de container de China, Shanghai y Ningbo. Parece haber al menos 30 barcos haciendo cola frente a una sola terminal de container en Shanghai.
Una vez más, las perspectivas de nuevos aumentos en los costos de envío son concretas, ya a niveles sin precedentes. ¿Sabes cuánto cuesta hoy un container en la ruta de China a Estados Unidos? 20.000 dólares!
También hay escasez de transportistas
Además, la escasez de transportistas y los puertos congestionados han empujado a las compañías navieras a saltarse algunas escalas en Europa, extendiendo los tiempos de entrega incluso después de que los barcos hayan desembarcado. Este mes, los container en el Reino Unido se retrasaron en el puerto hasta dos semanas antes de que pudieran ser entregados en su destino debido a la grave escasez de conductores en el país. El mismo problema está provocando más retrasos, no solo entre el Reino Unido y Europa, sino también dentro del mercado continental europeo.
¿Mejorarán pronto las cosas para el envío internacional? Ni siquiera por un sueño, al menos durante este año. La demanda mundial ya está creciendo antes de la temporada navideña, y los minoristas se abastecen con anticipación, lo que agrega presión a un mercado logístico ya caótico.
La segunda mitad de 2021 verá retrasos aún más graves y costos de envío aún más altos. Para los consumidores, la Navidad de este año promete ser muy salada, ¡siempre que las entregas de los pedidos no se retrasen hasta Semana Santa!