¿Qué sucede cuando el sistema financiero de un país comienza a desmoronarse? Por ejemplo, sucede que gran parte de la población se encuentra por debajo del umbral de la pobreza en muy poco tiempo.
En el Líbano, el 80% de las personas han visto cómo se esfumaban los ahorros de toda su vida y se hundían en la pobreza extrema. El acto más reciente de una crisis financiera que ha sido descrita como una de las peores a nivel mundial desde mediados del siglo XIX fue a principios de este mes cuando el Líbano devaluó oficialmente su moneda nacional. Una devaluación a 15.000 libras libanesas por dólar, lo que supone una pérdida del 90% respecto al tipo de cambio anterior.
La moneda local se ha convertido en un bien escaso
Pero, en el mercado negro, la divisa estadounidense vale mucho más y la semana pasada alcanzó un record de 80.000 libras libanesas por dólar.
La devaluación oficial de la moneda libanesa ha creado una grave restricción de liquidez, ya que los acreedores buscan moneda local, mientras que el país se ve sacudido por una huelga de banqueros y la represión de los cambistas. El efectivo que parece haber desaparecido es consecuencia de la medida del banco central libanés (Banque Du Liban o BdL) que está limitando la oferta monetaria en un intento por detener la depreciación. Naturalmente, la escasez de liquidez en moneda local ha ahogado la economía.
Los libaneses están corriendo por libras con las que pagar los préstamos en dólares que estaban vigentes mucho antes de la crisis.
De la Suiza de Oriente Medio al default
Líbano dejó de pagar 30.000 millones de dólares en deuda internacional hace casi dos años y ha visto colapsar su economía, con una combinación de inflación de tres dígitos y una caída de la moneda que ha destruido los ahorros de los ciudadanos.
El caos ha obligado a las empresas a cotizar los productos exclusivamente en dólares para proteger sus márgenes de ganancia, y los supermercados están haciendo lo mismo. Mientras tanto, la gente asaltó bancos y prendió fuego a varias sucursales bancarias en Beirut (cerradas indefinidamente debido a la huelga).
El caso de Líbano también nos dice cómo las crisis financieras parecen hechos lejanos e improbables hasta que estallan y, entonces, los acontecimientos que siguen son imparables.
Líbano, desde la década de 1950 y durante décadas, fue considerada la Suiza de Oriente Medio gracias a sus altos niveles de prosperidad económica, financiera y monetaria. Pero, en apenas unas décadas, se ha desplomado donde ningún libanés hubiera imaginado jamás, con ciudadanos empobrecidos y una enorme desigualdad. Es como si dos sociedades convivieran en un mismo país: una cercana a los standard de Occidente y de las zonas más ricas del planeta, la otra como en un país en vías de desarrollo.
Incluso un país pequeño e insignificante como el Líbano en el contexto económico mundial puede enseñarnos mucho sobre cómo surge y se desarrolla una crisis financiera incluso en un país donde los ciudadanos siempre han pensado que eran inmunes a tales eventos.
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