Los inversores en plata esperaban que los máximos alcanzados por los precios a principios de marzo pudieran proyectar el metal hacia los 30 dólares la onza. No fue así y, de casi 26 dólares, los precios han bajado a 22,66 dólares hoy (2 de mayo). Sin embargo, los fundamentos y los indicadores técnicos se mantienen bastante buenos en apoyo de las expectativas alcistas.
Alta inflación y aumento de las tasas de interés
En primer lugar, tanto el oro como la plata se están aferrando a las ganancias en el transcurso de este año, a diferencia de los mercados de acciones y bonos. De hecho, en un contexto de alta inflación y tipos de interés al alza, no existen refugios seguros en los assets de papel.
Por supuesto, los metales preciosos tampoco son inmunes a la volatilidad de los mercados, pero en una situación como la que nos encontramos muestran una mayor estabilidad que los activos financieros convencionales.
Al observar el gráfico del precio de la plata frente a su promedio móvil de 200 días, vemos que actuó como resistencia varias veces, hasta que se rompió de manera decisiva en marzo. Hoy, por el contrario, podría actuar como soporte en el rango de los 24 dólares. Por supuesto, a los alcistas les gustaría ver subir los promedios móviles a largo plazo pero, por ahora, tienen que conformarse con lo que parece ser una acción de precios volátil.
El mayor déficit de metales desde 2010
Si, por el contrario, nos fijamos en el análisis fundamental, nos encontramos con que todo apunta a que los precios están destinados a subir. La demanda de plata fue muy fuerte el año pasado, tanto que, según el World Silver Survey 2022 del Silver Institute , el mercado mundial ha experimentado un crecimiento en todos los sectores que utilizan este metal. La demanda de plata alcanzó su nivel más alto desde 2015, con un aumento del 19 % a 1050 millones de onzas.
Las inversiones físicas en plata (monedas y lingotes) aumentaron un 36%, al nivel más alto desde 2015, en gran parte gracias a los inversionistas de Europa y América del Norte que vieron el metal como un refugio seguro y una protección contra la inflación.
En el otro frente, el de la oferta, no se vio el mismo dinamismo de la demanda. De hecho, la oferta no ha podido seguir el ritmo de la demanda. Como se informó en el World Silver Survey, el mercado de la plata experimentó un deficit de 51,8 millones de onzas, el mayor desde 2010.
Demanda industrial hacia nuevos récords
Este año, se espera que la demanda industrial de plata alcance un nuevo record, impulsada principalmente por el crecimiento del sector solar y otras aplicaciones en el sector electrónico. A esto se suma una demanda de plata como inversión, en un momento en que las amenazas de guerra e inflación son cada vez más aterradoras.
Con una escasez de oferta destinada a continuar en 2022, el futuro cercano de los precios de los metales blancos parece no tener otro camino que el de una subida.
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