El dinero no era su objetivo principal, sino el deseo de crear la empresa de chatarra y metal más grande del mundo.
La historia de Anil Agarwal parece haber sido escrita por Charles Dickens: un niño sin dinero de Bihar (un estado del norte de la India) que, en 1979, busca un préstamo para comprar una empresa. Ahora, ese chico tiene una fortuna valorada por Forbes en 4.200 millones de dólares, gracias a su compañía Vedanta Resources Plc.
Ningún banco quiso dar crédito a un chatarrero
Los bancos se oponían a prestar dinero a un vendedor de chatarra de metal sin calificaciones y con poca experiencia. Un gran error… Ese tipo habría fundado un imperio global que, en este momento, está ganando 7,2 mil millones dólares y obteniendo ganancias de 2,9 mil millones dólares. Un grupo con intereses en metales y chatarra (especialmente aluminio, cobre y zinc), en las minas y bien posicionado en muchos centros de poder. Recientemente, también extendió sus manos en el sector petrolero.
Pero no fue fácil. Agarwal llegó a Mumbai cuando tenía 19 años, intentando llegar a diferentes compañías, pero sin éxito. Luego vino el primer punto de inflexión importante para la carrera del futuro multimillonario. Logró adquirir Shamsher Sterling Corporation, que producía cables de control y energía de cloruro de polivinilo, conductores de transmisión de energía y cable de cobre esmaltado. Al vender el cobre en stock, pudo reembolsar el préstamo obtenido de Syndicate Bank en solo dos semanas.
Pero la gran oportunidad para Agarwal llegó en 1986, cuando adquirió Shamsher Sterling Corporation, que más tarde pasó a llamarse Sterlite Industries, que se hizo pública en 1988 gracias a una OPI. Agarwal se había convertido en el chatarrero más rico del mundo.
¿Vedanta juega sucio?
Internacionalmente, Vedanta se ha vuelto impopular con muchas sociedades occidentales, tal vez porque envidian su agresiva expansión.
Sin embargo, como dice el viejo refrán, no es fácil ganar mucho dinero sin ensuciarse las manos. Por lo tanto, hay varias acusaciones contra el grupo Vedanta sobre violaciones de los derechos humanos y ambientales. Después de repetidos intentos de obtener respuestas de la compañía sobre estas preocupaciones, la Iglesia Anglicana los fondos de pensiones de los Países Bajos y Noruega han vendido sus acciones en Vedanta.
En 2001, la Securities and Exchange Board of India castigó a Sterlite por supuestamente manipular los precios de las acciones. Además, Agarwal y su hermano, Naveen, vicepresidente ejecutivo de Vedanta, han sido acusados de violaciones de moneda en el mercado de divisas, una acusación que las partes interesadas siempre han negado.
Hoy en día, el multimillonario chatarrero vive en Londres y no se avergüenza de sus orígenes humildes en Bihar, que él llama «los mejores días de mi vida«. Y nunca olvida enviar algunas cajas de mango a sus amigos que han permanecido en la India.
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