El descubrimiento de un importante yacimiento de tierras raras en Turquía podría cambiar la dinámica geopolítica en Europa y Asia. De hecho, Turquía podría desafiar a China, que hasta ahora ha desempeñado un papel de liderazgo en el mercado mundial de tierras raras.
Las segundas reservas más grandes del mundo
Según fuentes locales, Turquía ha descubierto 694 millones de toneladas de reservas de tierras raras en el distrito de Beylikova de Eskişehir. Se trata de yacimientos que contienen los 17 elementos de tierras raras y su tamaño los sitúa como las segundas mayores reservas del mundo, después de los 800 millones de toneladas de China.
Para el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Fatih Dönmez, estamos ante un descubrimiento histórico, que llega tras al menos seis años de trabajo, con 125.193 metros de perforación y 59.121 muestras recogidas. Encontrar este tipo de yacimientos es muy difícil y más difícil aún su extracción y refinación, debido a los enormes impactos ambientales que conllevan (una tonelada de metales de tierras raras produce unas 2.000 toneladas de residuos tóxicos).
El entusiasmo de Turquía por el descubrimiento
Los metales de tierras raras son esenciales para fabricar productos de high-tech, como superconductores, imanes, aleaciones de metales, catalizadores, componentes de vehículos híbridos, fibras ópticas, etc. El crecimiento de la población mundial y la demanda de productos de alta tecnología han transformado estos elementos en recursos preciados y estratégicos.
Por estas razones, el entusiasmo de Turquía por el nuevo descubrimiento está justificado. De hecho, el país podría convertirse en el principal competidor de Beijing, si no en el único, al mismo tiempo que atrae nuevas inversiones extranjeras directas. Durante años, el monopolio chino en este sector ha creado una gran preocupación para la Unión Europea y Estados Unidos, obligándoles a buscar frenéticamente alternativas que hasta ahora han resultado infructuosas.
Hacia una nueva geopolítica de las tierras raras
Pero, con toda probabilidad, Turquía será cortejada no solo por los países occidentales, sino también por China, que tiene la experiencia y el know-how para desarrollar campos de este tipo y que podría intentar cimentar las relaciones económicas turco-chinas hacia la Belt and Road Initiative.
Este descubrimiento histórico llega en un momento de gran incertidumbre en la economía turca que se ha debilitado considerablemente, como lo demuestra la fuerte depreciación de la lira turca. Según los opositores políticos de Erdoğan, presidente de Turquía, el nuevo descubrimiento de tierras raras será el caballo de batalla del gobierno durante la próxima campaña electoral (junio de 2023).
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