¿Ballenas explosivas? Extraño pero cierto…

Por increíble que parezca, las ballenas pueden explotar por causas completamente naturales, como lo demuestran algunos casos.

Uno de los animales más grandes que ha vivido en nuestro planeta (una ballena azul puede llegar a pesar 173 toneladas), siempre ha ejercido una enorme fascinación sobre nosotros los pequeños seres humanos.

Pero cuando una ballena muere y encalla en las playas de zonas habitadas, la fascinación se convierte en una pesadilla para la población y para las autoridades locales, no solo por la masa inamovible y el olor nauseabundo, sino también porque los cadáveres de las ballenas tienden a explotar.

Grasa, sangre y tripas en las calles de Tainan City

Aunque este es un fenómeno sorprendente y poco conocido, es algo completamente natural. De hecho, las bacterias en los intestinos de la ballena muerta comienzan a digerirla desde el interior, provocando una acumulación de gas que hace que el cadáver se hinche y, finalmente, produzca una explosión.

Exactamente lo que sucedió el 29 de enero de 2004, cuando un cachalote de 17 m encalló en Tainan CityTaiwán. El animal estaba siendo subido a un remolque y llevado al Sutsao Wildlife Reservation Area de Sutsao para la autopsia cuando repentinamente explotó en medio de una concurrida calle de la ciudad, bañando a unas 600 personas con grasa, sangre y tripas de ballena.

Pero en la historia de la explosión de ballenas también está lo ocurrido en Florencia (Estados Unidos) en 1970. En la mañana del 9 de noviembre de ese año, unos habitantes se toparon con un cadáver de cachalote de 14 metros de largo y un peso de 7 toneladas. Mientras que el enorme cadáver atrajo a una multitud de espectadores, el olor del cadáver podrido se volvió insoportable.

Media tonelada de dinamita para desmenuzar una ballena

Para solucionar el problema se encargó a un ingeniero, George Thornton, quien, tras haber examinado diversas soluciones, llegó a la conclusión de que la mejor forma de deshacerse del enorme cadáver era con dinamita. La idea era explotar el cadáver del cachalote en pedazos más pequeños y manejables que luego pudieran limpiarse de cangrejos, gaviotas y otras criaturas marinas.

Pero, ¿cuánta dinamita usar? Como no había pautas para este tipo de operaciones, Thornton se basó en su buen juicio y se decidió por una media tonelada de dinamita (20 cajas de palos). Aunque el dueño de una tienda de armas local le advirtió que unas 4 toneladas serían suficientes, el ingeniero ignoró el consejo y siguió su camino.

El 12 de noviembre, bajo la mirada de un grupo de espectadores y un troupe de televisión de KATU-TV Portland, comenzó la operación y se detonó dinamita dentro de las entrañas de la ballena.

Un episodio que entró en la leyenda, que todavía hoy provoca bromas y risas

La explosión fue tan poderosa que envió pedazos de ballena volando casi un kilómetro. Un trozo de grasa del tamaño de un neumático de automóvil destruyó un Oldsmobile, mientras que los espectadores fueron bañados con una sustancia pegajosa oscura y maloliente que llovió por todas partes.

Pero, a pesar de la explosión, la ballena estaba casi intacta, la dinamita solo había dañado una pequeña parte del cadáver. Además, las gaviotas que debían limpiar los restos habían huido lejos asustadas por la explosión.

La operación había sido un auténtico fracaso, pero el episodio llamó la atención de muchos espectadores y desató la hilaridad por doquier. Entre la curiosidad y las burlas, los habitantes de Florence y el ingeniero del bombardero a pesar de sí mismos se hicieron famosos en todo Estados Unidos y, al final, aceptaron el incidente como una parte bizarra de su historia, votando incluso en junio de 2020 para bautizar la zona del accidente como «Exploding Whale Memorial Park«.

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