En este momento, los premios de aluminio son un tema doloroso para todos los compradores.
Las recompensas de entrega física, además de ser un costo significativo para los consumidores, son a menudo un costo difícil de cubrir. Solo los grandes consumidores, que tienen acceso a instrumentos de cobertura financiera negociados en bolsa, pueden neutralizar la carga de aumentos significativos, mientras que todos los demás sufren pasivamente el aumento de estos costos.
El inexorable aumento de los premios
Por supuesto, comprender las causas del aumento de los premios es muy importante para evaluar la trayectoria probable del costo del metal que se comprará. En este sentido, desde hace aproximadamente un año llevamos alertando a nuestros lectores sobre el inexorable incremento del premio por la entrega física de aluminio.
Ahora, está claro para todos que tanto el precio del metal primario como los premios han aumentado a nivel mundial. En Europa, los premios subieron a un máximo de tres años, mientras que en Japón alcanzaron un máximo de seis años. Incluso en los Estados Unidos, Midwest Premium se encuentra en niveles no vistos durante al menos dos años.
Pero, ¿a qué se deben estos aumentos? Es posible que ya sepa la respuesta: son en gran parte el resultado directo de la pregunta china.
El año pasado, China pasó de una posición más o menos neutral en las importaciones/exportaciones a una posición de importante importador neto. Esto se produjo cuando la economía se recuperó de las heladas pandémicas y el precio del aluminio en la Shanghai Futures Exchange (SHFE) subió mucho más allá de los precios de la London Metal Exchange (LME). El arbitraje resultante absorbió tanto lingotes primarios como aleaciones a China. El gigante asiático importó casi 250.000 toneladas de materias primas y más de 140.000 toneladas de aleaciones solo en los dos primeros meses de este año. Desde principios de 2020 han acabado en China 1,3 millones de toneladas de primarias y 1,1 millones de toneladas de aleaciones.
Aluminio succionado en China
Con números como ese, es fácil ver que el aluminio ha sido succionado de Europa y Estados Unidos a China, dejando los almacenes de Occidente agotándose. Como informa Reuters, más del 90% de los inventarios registrados en la LME se encuentran ahora en almacenes asiáticos, especialmente en Malasia, que se ha convertido en la puerta de entrada a China para muchos metales.
Incluso con respecto a las acciones que no están registradas en la bolsa de valores, las cosas no van mejor. También según Reuters, a fines de enero, había 1,63 millones de toneladas de aluminio de venta libre, de las cuales 1,38 millones de toneladas se almacenaron en ubicaciones asiáticas.
Los chinos no parecen aflojar en absoluto el agarre del aluminio. Todo apunta a que los consumidores de aluminio tendrán que vivir con premios elevados y deficit de metales este año.
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