El acero al cromo se produjo por primera vez en Persia, casi un milenio antes de lo que se pensaba.
Investigadores del University College London (UCL) descubrieron esto, sorprendiendo a toda la comunidad científica, hasta hoy convencidos de que el acero al cromo (también llamado acero de calidad o acero para herramientas) fue una innovación del siglo XX.
Un ingrediente misterioso para fabricar acero
Con la ayuda de una serie de manuscritos persas medievales, los investigadores llegaron a un sitio arqueológico en Chahak en el sur de Irán. Chahak se describe en una serie de manuscritos históricos que datan de los siglos XII al XIX como un famoso centro de fabricación de acero. Desafortunadamente, la ubicación exacta de donde se fabricó el acero siguió siendo un misterio durante muchos años, ya que numerosas aldeas en Irán se llaman Chahak.
Los científicos estudiaron el manuscrito «al-Jamahir fi Marifah al-Jawahir» escrito por Abu-Rayhan Biruni. Hablaba de un misterioso ingrediente de fabricación de acero identificado como un mineral de cromita. Con la datación por radiocarbono de varias piezas de carbón recuperadas de una escoria de crisol y una escoria de forja, se ha fechado el acero al cromo persa: del siglo XI al XII d.C.
Una aleación que el hombre nunca volvió a utilizar hasta el siglo XX
El hecho de que el cromo fuera del 1-2% en peso en las partículas de acero almacenadas en la escoria del crisol, muestra que el mineral de cromita formó una aleación de acero al cromo. Algo que nunca se repetirá en la historia de la humanidad hasta finales del siglo XIX y principios del XX.
Según los investigadores de la UCL, en un manuscrito persa del siglo XIII, el acero Chahak era conocido por sus patrones finos y refinados, pero también por sus espadas demasiado frágiles. Hoy, el pequeño pueblo de Chahak ha sido identificado y se ha convertido en un sitio de interés arqueológico.
El descubrimiento fue publicado en el Journal of Archaeological Science.
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