El futuro del trabajo es remoto. También nos estamos dando cuenta de esto gracias a la emergencia sanitaria por coronavirus.
En los últimos años, algunas empresas que tienen mano de obra completamente remota han demostrado que el trabajo remoto no es solo un ahorro de gestión, sino una clara ventaja comercial. La tecnología está acelerando esta transición. Podemos chatear instantáneamente en Slack, coordinar una videoconferencia global a través de Zoom y realizar un seguimiento del trabajo en equipo con Trello.
Para los empleados, el trabajo remoto ofrece más flexibilidad (más tiempo en familia, no es necesario desplazarse al trabajo cuando se cambia de trabajo), menos distracciones (no hay llamadas de ventas al lado de su escritorio) y desplazamientos más cortos (o sin desplazamientos). Para las empresas, la organización del trabajo remoto simplifica el proceso de contratación, reduce los costos de oficina y atrae naturalmente a trabajadores motivados.
A pesar de sus ventajas, el trabajo remoto también puede tener desventajas. Entre la soledad y el aislamiento, la ambigüedad organizacional, los límites poco claros entre la vida y el trabajo y una coordinación compleja, el trabajo remoto implica varios problemas que deben abordarse.
El trabajo remoto no está exento de desafíos
Ninguno de estos desafíos es insuperable. Al contrarrestar las desventajas del trabajo remoto, podemos estructurar nuestros días de manera reflexiva para mitigarlos o eliminarlos desde la raíz.
Soledad en el trabajo a distancia
Los seres humanos son animales sociales y, por tanto, sufren de soledad. Cuando trabajas de forma remota, te pierdes esas interacciones endémicas en la oficina: charlar con compañeros, gente que pasa por los pasillos o momentos sociales como almorzar juntos. Si no tiene cuidado, es fácil sentirse aislado, especialmente si está cambiando a un trabajo remoto desde una oficina animada.
Es fácil sentirse fuera de juego
Si su empresa no ha organizado bien esta metodología profesional, es fácil sentirse perdido como trabajador remoto. Si sus objetivos laborales no son claros, los procedimientos remotos están mal definidos y los meeting on line no están bien planificadas, es fácil sentirse excluido de la empresa.
La coordinación es un desafío
Cuando un equipo trabaja en múltiples zonas horarias, la coordinación de reuniones en tiempo real es un desafío. Un meeting en las horas de la mañana de San Francisco puede ser justo cuando desee pasar tiempo con su hijo en Milán.
Los límites entre el trabajo y la vida privada no están bien definidos
Si vives, trabajas y duermes en el mismo espacio físico, fácilmente puedes terminar confundiendo los momentos de trabajo con los de dedicar a otra cosa. Además, la flexibilidad del trabajo a distancia puede provocar que tu horario laboral no coincida con el horario de la comunidad social en la que te encuentras, aumentando la sensación de aislamiento.
Cómo estructurar tus días como trabajador remoto
Tienes que utilizar algunos trucos y adaptaciones para que tu vida privada y profesional aproveche al máximo el trabajo a distancia.
Define los horarios
Cuando estás en una oficina tradicional, está claro que el día termina cuando la gente comienza a prepararse para ir a casa. Cuando trabaja de forma remota, no tiene señales tan obvias y es fácil perder la noción del tiempo y cuando deberías dejar de trabajar.
Para contrarrestar esto, fíjate un objetivo diario. Cuando comience un nuevo día laboral, elija un tiempo aproximado para terminar el trabajo del día. Si algo en tu día cambia significativamente y te hace salir del trabajo (un evento inesperado, una cita de último minuto, etc.), reevalúa y regula el tiempo de cumplimiento de tu objetivo e intente ceñirte al nuevo horario.
Identifica cualquier desencadenante
Cuando te sientas en tu escritorio en una oficina, tu cuerpo y tu mente saben que es hora de trabajar. Cuando te despiertas en el mismo lugar en el que estarás trabajando en las siguientes horas, no hay un comienzo claro para la jornada laboral.
Enséñele a tu cerebro a empezar a trabajar asociando determinadas acciones, «disparadores» con el inicio del trabajo. Por ejemplo, da una vuelta a la manzana y, cuando regreses, empieza a trabajar. O simplemente quédate en pijama hasta que estés listo para comenzar a trabajar, luego cámbiate de ropa y comienza tu día de trabajo de inmediato.
Elegir una routine o proceso para comenzar el día ayudará a definir los límites entre el trabajo y la vida privada, lo que te permitirá concentrarte más rápido y trabajar de manera más eficiente.
Documentar todo
Uno de los factores de éxito del trabajo a distancia es el sólido trabajo documental. Incluso si no estás, al menos al principio, muy convencido, sabes que tienes que documentar en qué estás trabajando, incluso cuando parezca demasiado.
Crea actividades de seguimiento público en todo lo que planeas trabajar. Bloqueas las fechas en tu calendario público para que todos sepan lo que estás haciendo durante el día. Escriba su enfoque de cualquier negocio en el que estas trabajando en un documento visible públicamente.
La documentación cuidadosa y disponible públicamente ayuda a otros a saber en qué estas trabajando, reduce la necesidad de reuniones y le brinda una mayor planificación al saber de antemano en qué trabajarás en un día determinado. Además, cuanta más documentación esté disponible, es menos probable que te sientas aislado del proceso de toma de decisiones o del objetivo de lo que estás tratando.
Eliges un espacio de trabajo
Si algo nos ha enseñado la psicología del comportamiento es que los animales se comportan de forma predecible con estímulos repetidos. Al igual que un perro puede comenzar a salivar cuando se acerca a su plato de comida, Te echarás una siesta si te acuestas en la cama.
Para entrar mejor en la mentalidad laboral, elige un área de la casa (o un lugar diferente, como un espacio de co-working) para comenzar el día y que asocies solo con el trabajo. Lo ideal sería tener una habitación especial para usar solo para el trabajo y nada más.
Recuerda resistir la tentación de trabajar en tu cama, que además de ser muy incómodo te dará ganas de dormir mientras trabajas y pensar en el trabajo cuando intentes dormir.
Elimina las micro-tentaciones
Cuando terminamos una tarea o parte de ella, está en nuestra naturaleza querer tomarnos un descanso. Estas interrupciones pueden ser saludables: nos brindan la oportunidad de hacer un balance, recargarnos y concentrarnos en la próxima tarea que tenemos por delante.
Sin embargo, existe un límite que, si se traspasa, nos lleva directamente al ámbito de la improductividad.
Si hay demasiadas micro-tentaciones (bocadillos disponibles en la cocina o la televisión de fondo) mientras intenta trabajar, es posible que se distraiga constantemente cada vez que quiera terminar una tarea, sin importar cuán pequeña sea.
Para ser productivo, mantén los bocadillos fuera de tu alcance, mantén la televisión apagada y podrás disfrutar del descanso real que te permite entre una task y otra..
Encuentre tiempo para la comunicación informal
Las interacciones espontáneas y el tiempo no estructurado con amigos y colegas brindan placer. Para evitar sentirte solo mientras trabajas de forma remota, dedique tiempo a actividades sociales fuera del lugar de trabajo: una charla en el bar con personas de tu área, escuchar a algunos amigos por teléfono o reunirse en entornos diferentes a los habituales son todos métodos. Buenas formas de socializar.
Además, irónicamente, trabajar de forma remota también puede obligarte a ser más organizado en la planificación de pasar tiempo con tus amigos, especialmente si trabajas en horarios no tradicionales.
Por último, cambia tu entorno de trabajo de vez en cuando si puedes. Vete a un bar, co-working o biblioteca donde conocerás a otras personas que como tú trabajan de forma remota.
Mida los resultados, no las horas
Cuando estás en la oficina, es natural medir la productividad en términos de «días laborables«. El trabajo remoto requiere más autodisciplina que simplemente entrar y salir de una oficina. A nivel de empresa, una cultura de medición del desempeño brinda a cada empleado una mayor claridad sobre en qué deberían estar trabajando.
A nivel individual, establecer metas mensurables y hacer un seguimiento de los resultados es una excelente manera de mantenerse en línea con la mission global de la empresa sin tener que enfrentarse constantemente a otras personas, así como una buena manera de determinar cuándo dejar de trabajar (cuándo lograr el objetivo específico estableciste para un día).
Trabajar de forma remota: algunas conclusiones
A medida que más empresas adopten herramientas para permitir una mejor comunicación sincrónica y una gestión de tareas asincrónica, el cambio al trabajo remoto seguirá creciendo.
Para asegurar el éxito de esta transición, tanto para la empresa como para el individuo, se deben tomar medidas específicas para abordar las desventajas inherentes del trabajo remoto.
Al final del día, puedes superar estas desventajas estructurando tus días para tener una demarcación clara entre el trabajo y la vida privada, haciendo que tu mente se concentre en el trabajo y construyendo relaciones sociales en el resto del tiempo disponible.
Créame: una vez que hayas probado el trabajo remoto de la manera correcta, naturalmente te preguntarás por qué pasabas tanto tiempo en una oficina tradicional anteriormente.
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