África es uno de los continentes más poblados y de gran evolución, con 1,2 mil millones de personas, en 2040, se convertirá en 2 mil millones.
El vertedero de Occidente
Con un número tan grande (en Europa hay son sólo 750 millones de personas) y con riqueza mineral desproporcionada, es difícil creer que se produce, por ejemplo, sólo el 1% de aluminio secundario del mundo. Más aún teniendo en cuenta que durante años el continente fue considerado una especie de vertedero de desechos de los países occidentales.
Tomemos el caso del reciclaje de metales. Según datos de Ramco Metals, una empresa británica de reciclaje activa en Nigeria, solo hay 50 plantas de reciclaje en África y, solo en Nigeria, se estima que solo el 13% de los productos reciclables se reutilizan.
Aunque en los últimos años se ha realizado un esfuerzo internacional, especialmente con matrícula china, para industrializar África y extraer los preciosos recursos minerales del continente, todavía queda un largo camino por recorrer.
Los residuos son generalmente un gran problema en África. Resolverlo requiere ante todo partnership entre grandes empresas de todo el mundo y empresas locales, con un enfoque innovador y la determinación de garantizar una cadena de suministro sostenible y confiable.
Menos minas y más reciclaje
El crecimiento del sector del reciclaje también significa la creación de nuevos puestos de trabajo y una mayor conciencia entre la población de lo que significa una economía sostenible y próspera. Más reciclaje también significa aprovechar menos los recursos minerales con todos los impactos negativos que conllevan, desde la erosión del suelo, las emisiones de CO2, desde la destrucción de la fauna hasta la pérdida de biodiversidad, desde la deforestación hasta la contaminación del agua y el aire.
En África, el reciclaje de metales no solo representa una gran oportunidad de business, sino también una oportunidad para reducir los efectos desastrosos de la minería que, a pesar de los loables esfuerzos de algunas empresas, nunca podrá convertirse en algo sostenible, por muy esencial que sea. En resumen, ciertamente no podemos prescindir de la extracción de minerales pero al menos, extraigamos lo menos posible, compensando la diferencia con materiales reciclados.
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