Entre los empresarios de medio mundo hay una cierta preocupación. Brexit? Guerra comercial? Deuda pública? Nada de esto, la principal preocupación es cuándo golpeará la próxima desaceleración económica.
Porque es cierto que vendrá, incluso si ya hace muchos años que no lo experimentamos. Desde 2009, los mercados han emprendido una tendencia ascendente, más o menos constante, como no lo había sido durante un siglo. Pero, si hasta hace poco, los leader empresariales eran cautelosamente optimistas, recientemente cambiaron sus espíritus.
Ahora, empresarios, académicos, medios de comunicación internacionales e incluso algunos políticos se preguntan: ¿cuándo llegará la próxima recesión?
Incluso dejando a un lado el tono sensacionalista de algunos periódicos sobre el problema, las declaraciones hechas por Martin Feldstein, presidente de la National Bureau of Economic Research en el Estados Unidos, no son tranquilizadoras: «Tenemos la capacidad de revertir la economía, el déficits fiscales se dirigen a un billón de dólares y la relación deuda/PIB ya es doble de hace una década, por lo que hay poco espacio para la expansión fiscal».
El fusible de la recesión: la subida de tasas
En otras palabras, la preocupación es que, después de años de crecimiento lento y bajas tasas de interés, las principales economías del mundo ya no cuentan con instrumentos fiscales, monetarios y de emergencia para enfrentar la próxima recesión.
En este contexto, Europa está muy mal. Sin estímulo fiscal, las tasas siguen en mínimos históricos con el BCE comprometido a mantener la tasa de referencia por debajo del 0,4% hasta el final del próximo año.
Según algunos economistas de CME Group, la próxima recesión no será causada por la deuda hipotecaria o el pánico financiero, como en 2008, sino por el aumento de las tasas de interés estadounidenses, lo que causará problemas para los mercados emergentes y las acciones tecnológicas sobrevaloradas. El 25% de las acciones de tecnología en el S&P500 han aumentado un 300% desde marzo de 2009, mientras que el Nasdaq se ha incrementado en un 600%. ¿Son ganancias sostenibles a largo plazo?
Un mundo a merced del proteccionismo y el populismo
Hoy en día, algunas economías en el mundo están en dificultades debido al moderado endurecimiento de las tasas de la Federal Reserve de los Estados Unidos (FED). Algunas monedas de mercados emergentes, como las de Turquía, Sudáfrica y Argentina, están bajo asedio debido al hecho de que la deuda en dólares conduce a costos más altos en la moneda local. Pero mucho más preocupante es la posición de China, que se enfrenta a una combinación de problemas estructurales a largo plazo, como un bamboleos del sector bancario en la sombra, una deuda y un debilitamiento de la economía bajo presión debido a la guerra comercial con Estados Unidos, que escapa al control de todos.
Desafortunadamente, el clima de cooperación internacional no es el mismo que en 2008. Hasta la fecha, muchos países se han cerrado en sus propios nacionalismos, con la consiguiente ola de proteccionismo y populismo. Por lo tanto, aquellos que son problemas globales (como el de una inminente recesión) no se abordan por nadie.
Volviendo a la pregunta inicial, que es cuando vendrá la recesión, se rumorea que no tardará mucho: entre 12 y 24 meses. Como siempre, la cantidad creciente de personas que hablan de ello no la hagan desencadenar antes de tiempo.
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