El estaño, considerado tradicionalmente el metal menos prominente de los metales básicos, ha aumentado más de un 90% desde principios de año y está poniendo en juego a los gigantes automotrices del mundo porque no hay suficiente.
Si bien las cantidades de estaño consumidas en el mundo son infinitesimalmente inferiores a las de metales como el acero o el aluminio, no por ello es menos importante, como lo están demostrando los acontecimientos de los últimos meses.
40.000 dólares la tonelada
La semana pasada, por primera vez, los precios superaron los 40.000 dólares por tonelada pero, según Reuters, los precios volverán a subir. Esta situación está creando enormes problemas para los grandes consumidores de soldadura, como las empresas de electrónica, los servicios públicos, los fabricantes de paneles solares y los fabricantes de electrodomésticos.
Además, para los fabricantes de automóviles, grandes usuarios de estaño (forros, cojinetes, pastillas de freno, baterías, etc.), los costos estelares del estaño se suman a la escasez de chip y al aumento de los precios del aluminio, acero y magnesio. Una especie de pesadilla que los fabricantes de automóviles ciertamente no imaginaron, ya que nunca había ocurrido en su historia industrial.
Como se mencionó, el crecimiento del precio del estaño de más del 90% en la London Metal Exchange (LME) no tiene precedentes históricos desde que salió a bolsa en 1989. Incluso en China, el mercado de estaño refinado más grande del mundo, los precios en la Shanghai Futures Exchange (SHFE) han subido aproximadamente un 100% este año.
Las existencias de estaño están en mínimos de varios años
Lo que preocupa a los consumidores no son solo los precios altísimos, sino también la disponibilidad física del metal. De hecho, los inventarios han caído a mínimos de varios años a medida que la demanda supera la producción. Según Reuters, el estaño en los almacenes de la LME se encuentra en su nivel más bajo desde 1989 con un stock de sólo 1.365 toneladas. Lo mismo ocurre en los almacenes de SHFE, con existencias cercanas a mínimos de cinco años.
En el transcurso de 2021, las fundiciones de estaño chinas han reducido la producción para cumplir con los límites al consumo de energía impuestos por las autoridades. Además, también se han creado preocupantes cuellos de botella para el suministro de estaño en otras partes del mundo (especialmente en Indonesia y Malasia).
¿Se relajará la demanda en 2022?
La pandemia de coronavirus ha sido una bendición para los precios del estaño. El lockdown y el repentino cambio de hábitos de personas de todo el mundo que han fallecido del trabajo en la oficina que en el hogar, hizo estallar la demanda de electrodomésticos y computer, todos bienes que utilizan circuitos impresos con estanque de alta intensidad. Además, particularmente en China, se ha sumado la enorme demanda de bienes no perecederos envasados en hojalata.
Ahora que la economía global parece encaminarse hacia la normalización, todos se preguntan si los factores pandémicos que apoyaron al estaño comenzarán a desvanecerse. Desafortunadamente para los consumidores, esto no es una conclusión inevitable e incluso los expertos no están seguros de cómo se desarrollará la demanda durante el próximo año.
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