Los precios del oro subieron un 15% este año, ayudados por el aumento de la deuda global, la agitación geopolítica y los temores de un colapso económico inminente.
A mediados de año, la incertidumbre sobre la guerra comercial entre Estados Unidos y China empujó al metal amarillo por encima del umbral de 1.400 dólares por onza. En septiembre, el oro también cruzó la marca de 1.500 dólares alcanzando un máximo de cinco años (1.553 dólares). Actualmente (24 de diciembre), los precios rondan los 1.500 dólares.
Pero, ¿qué pasará en el nuevo año? ¿El metal precioso logrará expandir las ganancias de 2019?
2019, un año con dos caras
Como se mencionó, en 2019 los precios del oro se movieron lentamente en los primeros 6 meses, y luego aumentaron decididamente a partir de los meses de verano, principalmente gracias a las tensiones comerciales entre los Estados Unidos y China que tuvieron un impacto creciente en la economía global.
Pero las tensiones sobre el Brexit, las protestas de Hong Kong, el final del acuerdo nuclear iraní y el ataque con aviones no tripulados en los campos petroleros sauditas también ayudaron al rally del metal amarillo en la última mitad de este año.
Algunos analistas esperaban que el oro fuera débil en la primera mitad de 2019 y se fortaleciera en la segunda mitad. El precio siguió este patrón, pero comenzó a aumentar antes y aumentó más rápido de lo esperado.
Otro elemento decisivo fue el recorte de las tasas de interés de la Federal Reserve de Estados Unidos (tres veces en la segunda mitad del año). Además, los bancos centrales han comprado grandes cantidades de metales preciosos. Rusia, China, Polonia, Serbia, Colombia y Brasil, por nombrar algunos, han aumentado sus reservas de oro.
Incluso el ETF sobre el oro se han beneficiado del creciente interés en el metal amarillo, con las nuevas compras que han alcanzado un nivel récord en agosto (6 billón dólares según el World Gold Council).
Tendencias y pronósticos para 2020
Para el año que viene, las opiniones de los analistas son bastante variadas.
En lo que todos están de acuerdo es que las elecciones presidenciales de Estados Unidos (noviembre de 2020) desempeñarán un papel clave en las relaciones y mercados geopolíticos mundiales.
Las previsiones indican que los principales bancos centrales (FED, BCE y BOJ) mantendrán una política monetaria acomodaticia durante el próximo año, que se espera que respalde los precios del oro.
A corto plazo, muchos analistas son optimistas y alguien piensa que el oro se encuentra en las primeras etapas de una revaluación masiva, lo que podría elevar los precios incluso a más de 2.000 dólares.
Para Asset Management Switzerland, el metal amarillo podría valer entre 2.000 y 2.200 dólares en un año o dos.
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