La semana pasada, la plata superó los 26 dólares la onza, registrando un crecimiento interanual del 31%.
Los precios se dispararon debido a la creciente demanda de activos de refugio seguro y la demanda record de ETF (Exchange Traded Funds) expuestos en el metal blanco. Además, las crecientes tensiones entre China y los Estados Unidos, junto con la preocupación de una segunda ola de COVID-19 que afectaría a la economía mundial, han ayudado a aumentar los precios de la plata.
Así es como los precios del metal blanco han alcanzado niveles que no se han visto desde septiembre de 2013. Y la subida puede no terminar aquí…
Recto, directo hacia 30 dólares
Los analistas creen que las cotizaciones pronto alcanzarán los 30 dólares. Sin embargo, no se debe olvidar cierta precaución ya que la plata es un metal muy especulativo. Como saben los inversores de plata, los movimientos de precios pueden ser violentos, tanto al alza como a la baja.
El metal blanco es bien conocido por su volatilidad. Por ejemplo, a fines de la década de 1970 y principios de la década de 1980, el precio pasó de su máximo histórico de 49,45 dólares a 3,55 dólares. En 2011, se acercó al nivel máximo y luego descendió a los niveles de los últimos meses (en marzo de este año era inferior a 12 dólares).
Además, a lo largo de los años también ha habido otro fenómeno que a los inversores no les gusta en absoluto: la manipulación de precios.
Con todo esto en mente y una buena dosis de prudencia, está claro que las condiciones actuales del mercado son favorables para un crecimiento de los precios.
Los precios suben también en agosto
Según el CPM Group, los precios subirán durante el mes de agosto, para luego estabilizarse, o tal vez disminuir ligeramente, durante el período de septiembre a noviembre. Pero el año que viene la escalada se reanudará.
Aunque hay signos de recuperación para la economía global, los desarrollos políticos en los Estados Unidos, el Reino Unido y otros países crean incertidumbre que dificulta la predicción de lo que sucederá con la economía. Por el momento, sin embargo, prevalecen los temores de que la recuperación económica será de corta duración.
Por supuesto, en ese contexto, tanto el oro como la plata solo pueden beneficiarse de él.
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