Durante el annus horribilis de la pandemia, hubo dos productos básicos que, por diferentes razones, fueron el centro de la escena.
Por un lado, el oro, cuyo precio alcanzó su punto máximo en agosto, y por el otro, el petróleo, que incluso ha visto los precios caer en negativo debido al colapso de la demanda.
Ambos estos commodity experimentaron una gran volatilidad. Una volatilidad a corto plazo que podría ser una oportunidad más que un riesgo, especialmente para el metal amarillo.
Las 2 caras de la pandemia: oro y petróleo
Los precios del petróleo comenzaron en 2020 a más de 60 dólares el barril, luego cayeron a mínimos en abril y subieron a 40 dólares en el verano. La caída de la demanda ha empujado al petróleo a la baja, mientras que la creciente incertidumbre sobre la recuperación económica, así como los temores de una segunda ola de COVID-19, han llevado a los inversores a buscar refugios seguros como el oro, cuyos precios son incluso se disparó por encima de los 2.000 dólares por onza.
Para los analistas, ambos productos básicos podrían representar oportunidades de compra a medio plazo (uno o dos años), especialmente si una vacuna eficaz contra el coronavirus llegará al mercado solo en 2021.
Todavía queda un largo camino por recorrer para los precios del oro
Las tasas de interés bajas o negativas, el estímulo económico continuo y la percepción de que el oro es una cobertura contra la incertidumbre económica deberían hacer subir los precios. Además, la incertidumbre crece a medida que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Según Kopernik Global Investors el oro aún tiene un largo camino por recorrer y podría llegar a los 5.000 dólares la onza. Los precios de las empresas mineras de oro aún no han subido. De hecho, actualmente cotizan entre un 50 y un 60% menos que en 2011, cuando el oro se encontraba en niveles similares a los de hoy.
Incluso analistas menos optimistas, como Bank of America Merrill Lynch, predicen que el metal amarillo alcanzará los 3.000 dólares a principios de 2022. Citigroup es más optimista y cree que veremos 5.000 dólares.
Tiempos difíciles para el petróleo
Para el petróleo, sin embargo, la música es muy diferente. Los precios se han desplomado en los últimos meses debido al coronavirus y las dudas sobre el momento de una vacuna que podría seguir retrasándose hasta el próximo año.
Para Saxo Bank, no veremos más ventas masivas de petróleo crudo, pero las perspectivas a corto plazo para una recuperación de la demanda no son buenas. Podría ser una recuperación de 10 dólares en los precios solo el próximo año.
Goldman Sachs espera que el Brent Crude alcance los 65 dólares el barril en el tercer trimestre de 2021, aunque podría terminar el año con una baja de 58 dólares el barril.
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