El secreto de la subida del precio del cobre está contenido en un factor: el miedo a quedarse sin metal.
Como saben los operadores de la industria, las minas de cobre más grandes del mundo están ubicadas en América del Sur, un continente que ha sufrido niveles catastróficos de infecciones por coronavirus. Una desgracia para la oferta global.
Además, hubo una fuerte recuperación de la demanda en China, así como un debilitamiento del dólar, que favoreció a todas las materias primas.
Si luego comparamos el rendimiento del cobre con el de otro metal industrial como el aluminio, nos damos cuenta de lo fuerte que ha sido el metal rojo. El aluminio subió solo en proporción al debilitamiento del dólar, mientras que el cobre subió significativamente desde sus mínimos de marzo. Desde abril hasta hoy, el aluminio ha aumentado aproximadamente un 20% y el cobre ha aumentado aproximadamente un 33%.
En Perú, el coronavirus ha golpeado fuerte
Considerando el tamaño de la población, dos de los países más afectados del mundo por COVID-19 fueron el Perú y el Ecuador (más de 1.000 muertes por millón de habitantes). El Perú es el segundo mayor productor de cobre y la pandemia ha obligado al cierre de muchas minas en el país. Como resultado, en los primeros cinco meses de 2020, hubo una caída del 23 por ciento en la producción.
Por el contrario, el principal país productor del mundo, Chile, ha resistido bastante bien la pandemia. De hecho, ha habido niveles relativamente bajos de infección entre las comunidades mineras y la producción en la mayoría de sus minas ha resistido.
Según Resourceworld, en la primera mitad del año, la producción de cobre del país fue de 2,9 millones de toneladas, un 3,7 por ciento más que en el mismo período del año pasado. ¿Cómo fue posible mantener estos niveles en un país que experimentó una disminución general de la producción industrial del 9 por ciento? La respuesta radica en la rápida implementación de medidas adecuadas de saneamiento por parte de la mayoría de las empresas mineras.
El mercado sigue en déficit
En este contexto, el mercado mundial siguió siendo deficitario. Según MetalBulletin, aproximadamente 1,15 millones de toneladas de producción se perdieron debido a la pandemia y 672.000 toneladas adicionales debido a otros problemas. Mientras tanto, la demanda sigue siendo más débil que antes de la pandemia.
Las existencias en la London Metal Exchange cayeron a 114.000 toneladas, mientras que las importaciones de China crecieron 440.000 toneladas en la primera mitad de este año con respecto al año pasado.
Sin embargo, también hay un fuerte componente especulativo en la avalancha de precios del cobre que podría resultar el talón de Aquiles para futuras subidas.
En definitiva, todo apunta a que el cobre seguirá subiendo, pero sus fundamentales no son tan sólidos como en el pasado.
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