El año que se cierra no ha sido nada fácil para los inversores en oro, aunque la conclusión sea decididamente dulce.
Por lo tanto, repasemos los momentos más importantes para el metal amarillo en 2023, también para comprender lo que podría suceder el próximo año (en los próximos días publicaremos las previsiones de las empresas inversoras más importantes del mundo).
2023 comenzó, al igual que 2022, con tipos de interés subiendo, ya que los bancos centrales pensaron de esta manera para mantener la inflación bajo control. Con el paso de los meses, las incertidumbres geopolíticas crecieron y a la guerra en Ucrania se sumó el nuevo conflicto que estalló en Medio Oriente. Toda esta agitación ha conmocionado al mercado del oro, que ha experimentado altibajos mientras que la atención de los inversores continuaba cambiando de los asset remunerados a los bienes de refugio y viceversa.
Primer trimestre: algunos bancos colapsan, incluido Credit Suisse
A principios de año, el oro valía 1.839 dólares pero, con el paso de los días, surgió una rápida tendencia al alza apoyada en la debilidad del dólar y, a finales de enero, había alcanzado el umbral de 1.950 dólares.
Sin embargo, tan pronto como la Federal Reserve de EE.UU. subió los tipos un 0,25% (1 de febrero), el metal precioso cayó a su nivel más bajo desde principios de año: 1.809,87 dólares. Un cambio de rumbo que se produjo a principios de marzo, cuando una grave crisis bancaria azotó a Estados Unidos, con el desplome del Silicon Valley Bank (SVB), al que siguió el Silvergate Bank en California, y del Signature Bank de Nueva York City. Estos colapsos provocaron conmociones en todo el sistema financiero mundial y contribuyeron al colapso a mediados de marzo del Credit Suisse, segundo banco más grande de Suiza.
La crisis bancaria ayudó a que el precio del oro saltara de 1.814,04 dólares el 5 de marzo a 1.989,13 dólares el 15 de marzo.
Segundo trimestre: el sistema bancario descorazonado
La desconfianza en el sistema bancario mundial se extendió en el segundo trimestre y estas preocupaciones permitieron que el oro subiera por encima de los 2.000 dólares (3 de abril). En mayo, los precios alcanzaron un récord cercano: 2.049,92 dólares. Pero, a partir de ese día, la FED aumentó los tipos del 5,25 al 5,5%, precipitando el sentiment de los inversores hacia el oro.
Tercer cuarto: tras la tranquilidad… el desplome
El tercer trimestre fue el período más tranquilo del año para el oro, con el trend de los precios a la baja. A finales de septiembre, tras la decisión de la FED de mantener los tipos de interés entre el 5,25 y el 5,5%, el precio del oro comenzó a colapsar, primero cayendo por debajo de 1.900 dólares y luego cayendo aún más para cerrar el período en 1.848,63 dólares.
Cuarto trimestre: el metal precioso al rescate
El 4 de octubre, el metal amarillo estaba en su nivel más bajo desde principios de año (1.820 dólares) y parecía estar en camino de caer por debajo del umbral de 1.800 dólares. Sin embargo, el inicio de la crisis en Oriente Medio desencadenada por los ataques de Hamas contra Israel, ha desencadenado una nueva ola de preocupaciones. A partir de aquí se inició una carrera alcista que llevó los precios a superar los 2.000 dólares a finales de octubre y alcanzar el nivel récord de 2.152,30 dólares durante el intraday del 3 de diciembre.
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