Durante años, los metales del grupo del platino (PGMs) parecían condenados al olvido debido a la electrificación del sector automotive. Sin embargo, están mostrando señales claras de un fuerte resurgimiento. Un cambio de panorama tan inesperado como significativo que podría marcar el comienzo de una nueva fase de crecimiento para estos metales fundamentales en la producción de vehículos con motores de combustión interna (ICE).
¿Nueva carrera alcista?
Según Goehring & Rozencwajg, firma de inversión con sede en Nueva York, el mercado de los PGMs se encuentra en una fase inicial que recuerda a las condiciones de finales de los años 90, periodo que precedió una histórica subida de precios que solo se detuvo con la crisis financiera de 2008. Tras un ciclo bajista de 16 años, el sector podría estar entrando en una etapa de expansión sostenida.
Al cierre del primer trimestre de 2025, el platino alcanzó los 1.095,50 dólares por onza, su máximo en dos años, mientras que el paladio se ubicó en 1.003,40 dólares. Pero más allá de los precios spot, son las dinámicas de oferta y demanda las que apuntan a un posible cambio estructural.
ICE e híbridos: la demanda no desaparece
Contrario a la narrativa dominante de que los vehículos eléctricos harían obsoletos los PGMs, la demanda sigue siendo impulsada mayoritariamente por la industria automotriz tradicional. Según Goehring & Rozencwajg, los catalizadores de motores de combustión interna aún representan cerca del 65% de la demanda global de PGMs.
Un factor clave es la expansión de los vehículos híbridos, especialmente los plug-in (PHEV), que requieren incluso más PGMs que los motores ICE convencionales. Su arquitectura técnica implica temperaturas de operación más bajas y menos eficientes, lo que exige catalizadores con mayor carga de metal.
El endurecimiento de las normativas ambientales —como la EU7 en Europa, la CN7 en China y la BS7 en India— también impulsa un mayor uso de PGMs en los catalizadores. En Europa, por ejemplo, cada convertidor contiene entre 7 y 9 gramos de metal, frente a los 3–4 gramos en mercados emergentes, una brecha que se está cerrando rápidamente.
Según Thunder Said Energy, la demanda de PGMs en el sector automotor podría crecer un 23% hasta 2032, alcanzando las 23 millones de onzas anuales.
Oferta en contracción y señales de déficit
El escenario alcista también se ve respaldado por una oferta debilitada. El World Platinum Investment Council (WPIC) prevé para 2025 un déficit de 500.000 onzas, tras déficits de 750.000 y 680.000 en 2023 y 2024, respectivamente. La producción sudafricana —el mayor centro de extracción del mundo— cayó en 400.000 onzas debido a márgenes operativos insostenibles: cerca del 40% de la producción mundial es ahora antieconómica a precios actuales.
Mientras empresas como Impala Platinum y Anglo American Platinum ven márgenes fuertemente comprimidos, otras minas —como Lac des Iles en Canadá— están próximas al cierre. Las perspectivas de nueva oferta son limitadas: solo la mina Platreef en Sudáfrica podría aportar producción significativa, y no antes de 2029.
También las reservas han disminuido notablemente: de 5 millones de onzas en 2022 a unas 3 millones estimadas para 2025. En cuanto al reciclaje, la oferta cayó unas 300.000 onzas en el último año, debido al aumento en el precio de los coches usados, lo que redujo el desguace y, con él, la recuperación de metales.
El despertar de la demanda china
Un factor sorprendente en el reciente auge del platino ha sido el rol de China. Solo en abril, las importaciones chinas aumentaron un 47% respecto al mes anterior, alcanzando las 10 toneladas, el nivel más alto del último año. El precio record del oro, que llegó a los 3.500 dólares por onza, ha llevado a muchos consumidores chinos a interesarse por el platino, más accesible y en auge en redes sociales como TikTok.
Según el WPIC, en el primer trimestre de 2025, las ventas de joyería de platino en China crecieron un 26% interanual, mientras que las de oro cayeron un 32%. Una inversión de tendencia que podría consolidarse.
Los analistas se mantienen cautos
También el frente financiero muestra signos de recuperación. Los ETF de platino, tras un desplome del 80% desde los máximos de 2020, han vuelto a registrar entradas de capital. Además, en el primer trimestre de 2025, las dudas sobre posibles aranceles de EE. UU. a las importaciones de PGMs generaron oportunidades de arbitraje, alimentando el interés de los inversores.
No obstante, los analistas mantienen la cautela: Metals Focus prevé para 2025 un precio promedio del platino de 970 dólares por onza, advirtiendo sobre la alta volatilidad en caso de que se agraven las tensiones de oferta o cambie bruscamente el sentimiento de los inversores.
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