En Occidente, las historias de empresas exitosas son numerosas, con resultados económicos que alcanzan cifras vertiginosas, con facturación y ganancias millonarias.
Pero en otras áreas del planeta las cosas son diferentes y, solo poder pasar de la pobreza al bienestar es un evento extraordinario que afecta a un pequeño número de personas.
De trapero a empresaria
Entre estas personas se encuentra Duong Thi Tuyet, una mujer vietnamita que ha logrado convertirse de trapero en empresaria y propietaria de una fundición de bronce.
A los 37 años, Duong Thi Tuyet apenas podía ganarse la vida y ganar algo de dinero para su pobre familia en Nam Dinh, en el norte de Vietnam. A los 15 años, comenzó a visitar aldeas con una canasta de bambú en busca de materiales desechados, como ollas utilizadas para cocinar arroces o estufas de bronce.
En Vietnam, la antigua profesión del depósito de chatarra fue llevada a cabo por los granjeros. De hecho, al dedicarse solo unos pocos meses al año en los campos, el resto del tiempo se dedicaron a buscar y recolectar chatarra.
Una fundición de bronce
Para Duong Thi Tuyet, la suerte no proviene directamente de la colección de hierro y otros materiales, sino de la idea de crear una fundición de bronce propia. En 1998 pidió prestado 500.000 dong (¡alrededor de 24 dólares!) De una institución financiera especializada en microcréditos y comenzó su aventura industrial.
El primer período es muy difícil y solo gracias a los préstamos de familiares y amigos puede no cerrar el negocio. Pero después de dos años, el negocio comienza a crecer y la fundición comienza a facturar lo suficiente como para cubrir los costos y generar ganancias.
Hoy Duong Thi Tuyet con su fundición de bronce emplea a 10 personas. Por esta razón, fue otorgado por la compañía francesa Planet Finance como un caso ejemplar de una mujer de negocios gracias a las microfinanzas. Ella fue la primera mujer vietnamita en ganar el premio.
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