Los científicos han descubierto una forma sencilla y asequible de aumentar la potencia de la señal Wi-Fi dentro de un edificio mediante el uso de un metal que abunda en nuestros hogares: el aluminio.
¿Como? Usando un simple papel de aluminio, del tipo que todos tenemos en la cocina, y creando una pantalla reflectora, una especie de pared virtual, justo detrás del enrutador Wi-Fi. De hecho, según investigadores del Dartmouth College en Hanover, en New Hampshire (Estados Unidos), un dispositivo similar puede modelar las señales wireless dentro del hogar, dando a la red doméstica mayor velocidad y cobertura.
El estudio se inspiró en otro truco para reforzar la señal Wi-Fi, utilizado por alguien cortando latas de aluminio y dándoles una forma parabólica, acoplándolas a la antena del transmisor. Un truco que parece funcionar, pero sin ningún control científico y, sobre todo, sin ningún control sobre la dirección de la señal y la mejora del rendimiento general de la red wireless.
Alrededor de 30 euros por un reflector inalámbrico personalizado
Lo que hicieron los investigadores de Dartmouth College fue crear un sistema para analizar el diseño geométrico de la casa, con el fin de rastrear las áreas donde se incrementa la intensidad de la señal y aquellas donde no se necesita una conexión fuerte. El algoritmo de WiPrint calculó la forma optimizada de un reflector de señal, que se colocará junto al router Wi-Fi de aluminio.
En unos 23 minutos y con una inversión de unos 30 euros, se puede construir un reflector inalámbrico personalizado que consigue un mejor rendimiento incluso que las antenas profesionales que cuestan miles de euros.
En las test de laboratorio, se logró una mejora de la señal de más del 55% en las áreas donde se requería conexión y una reducción de más del 63% en las áreas a oscurecer. ¿Por qué oscurecer las áreas? Tener áreas alrededor de la casa donde la señal llega de manera incidental (por ejemplo, afuera) solo puede permitir que algunos hacker ingresen a la red doméstica. En otras palabras, una señal cortada con precisión a la geometría de la casa hace que toda la red sea mucho más segura.
Si bien cambiar la intensidad y el alcance de una señal wireless puede violar la ley, continúe bebiendo cervezas enlatadas o comiendo pizza de papel de aluminio cerca del router de su hogar; sus posibilidades de ir a la cárcel son muy bajas.
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