Hay países en el mundo de los que nunca se habla. Sin embargo, cuando lo hacen, el efecto es explosivo para los mercados.
Tomemos el caso de Kazajstán, donde estallaron las protestas por el aumento de los precios del gas licuado (GLP), utilizado para alimentar vehículos. Pronto, la protesta estalló en disturbios violentos y, en una escalation fuera de control, siguió la represión, matando a más de 100 manifestantes. La aparente calma volvió solo después de que las fuerzas armadas rusas entraran en la capital del país.
¿Volverán a estallar disturbios y protestas?
Las verdaderas causas del descontento popular tienen sus raíces en la desigualdad extrema y la corrupción desenfrenada. Por lo tanto, cuando las tropas rusas regresen a su tierra natal (probablemente a finales de este mes) no está claro si se reanudarán los disturbios.
Sin embargo, dejando a un lado la cuestión política, lo cierto es que lo ocurrido en Kazajistán en los últimos días ha creado zozobra en el mercado de los metales, aunque sin provocar demasiadas convulsiones en los precios. De hecho, los disturbios no tuvieron un impacto significativo en las operaciones mineras.
Sin embargo, no olvide que Kazajstán es un importante productor de minerales y metales refinados. Entonces, si el levantamiento popular volviera a encenderse, los precios de los metales podrían reaccionar mal.
Como informa ING Bank, Kazajstán es un importante proveedor de metales, especialmente para China. Durante los primeros 11 meses de 2021, China importó 765.000 toneladas de concentrado de cobre y 243.000 toneladas de cobre refinado de Kazajstán. Pero también 46.000 toneladas de concentrado de zinc y 195.000 toneladas de zinc refinado.
Pero Kazajstán también es el mayor productor mundial de uranio, además de poseer grandes depósitos de cobre, mineral de hierro y zinc.
Temores fundados de que los precios de los metales puedan verse afectados al alza
Sin embargo, una amenaza aún más grave acecha en el horizonte. El presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, ordenó a su gobierno que recaude más impuestos del sector minero, que, según él, está obteniendo grandes ganancias del aumento de los precios de los metales.
Si la voluntad del presidente resulta en impuestos más altos para las compañías mineras, Glencore, Rio Tinto y Oran, la compañía francesa de combustible nuclear, se verán directamente afectadas. Todavía no hay detalles sobre cómo se moverá el gobierno kazajo, pero los expertos temen que algo similar pueda pasar con los impuestos a la exportación aplicados por Rusia el año pasado. En ese entonces, hubo un impacto significativo en los precios del aluminio.
Lo que no lograron los disturbios, podrían hacerlo los nuevos impuestos al sector minero. Los mercados comienzan a observar con creciente temor lo que sucederá en las próximas semanas en el corazón de Asia Central.
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