Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Academia China de Ciencias y de la Reichman University en Israel plantea serias preocupaciones sobre la Inteligencia Artificial (IA), que podría demostrar tener algunos de los peores defectos de la humanidad, como la propensión a destruir el medio ambiente.
Gracias a la creciente popularidad de los sistemas de IA Generativa, como los chatbot y las herramientas de creación de contenido, se estima que para finales de la década podríamos enfrentarnos a una cantidad adicional de residuos electrónicos (e-waste) que oscila entre 1,2 y 5 millones de toneladas. Los investigadores chinos e israelíes se centraron en los grandes modelos de lenguaje (LLM), programas de inteligencia artificial capaces de interpretar y producir lenguaje humano y realizar otras tareas relacionadas. Gracias al entrenamiento en grandes conjuntos de datos de texto, los LLM pueden generar contenidos similares a los producidos por humanos, pero dependen de recursos computacionales cada vez mayores, lo que plantea cuestiones críticas como la sostenibilidad, el consumo energético y la huella de carbono.
Escenarios futuros
La IA Generativa se basa en rápidos avances tecnológicos, incluidos hardware y chip avanzados. Las actualizaciones necesarias para seguir el ritmo del crecimiento tecnológico probablemente agravarán los problemas existentes de residuos electrónicos. Los autores de este estudio calcularon la posible cantidad de e-waste generados por la IA Generativa entre 2020 y 2030 y exploraron varios escenarios de producción y uso de la IA, desde los peores hasta los mejores.
En el peor de los escenarios, los residuos electrónicos creados por la IA Generativa podrían alcanzar los 5 millones de toneladas para 2030, con residuos anuales que podrían llegar a 2,5 millones de toneladas. Incluso en un escenario algo mejor, los residuos electrónicos llegarían a 1,5 millones de toneladas de placas de circuito impreso y 500.000 toneladas de baterías, que contienen materiales peligrosos como plomo, mercurio y cromo.
¿Será aceptable la relación costo-beneficio?
Es cierto que la Inteligencia Artificial Generativa ofrece enormes beneficios, pero ¿serán mayores que los costos ambientales y de sostenibilidad que tendremos que afrontar? Mucho dependerá también de las estrategias de economía circular que podrían reducir el impacto de los residuos electrónicos generados por la IA, como la extensión de la vida útil y el reciclaje de materiales descartados.
El estudio acaba de ser publicado en la revista científica Nature Computational Science.
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