El sombrero rojo y el cartel de Pizza Hut son reconocibles por millones de personas en todo el mundo. Pero esta cadena de pizzerías estadounidense, un gigante en el negocio de la restauración al contar con 18.000 establecimientos y una facturación de medio billón de dólares, no siempre ha sido así.
Pizza Hut comenzó como un pequeño establecimiento familiar pero, en un tiempo relativamente corto, abrió restaurantes en más de 100 países de todo el mundo, asegurando puestos de trabajo para 350.000 personas.
Cómo nace y cómo va en crisis un gigante de la pizza
Era 1958 cuando dos hermanos, Dan y Frank Carney, que habían pedido prestados 600 dólares a su madre, abrieron un local llamado Pizza Hut en Wichita, Kansas (Estados Unidos). Desde entonces hasta la década de 1980 hubo una rápida expansión y en 1986 se inauguró el restaurante número 5.000, un hito importante para la época.
El año en el que Pizza Hut saltó a los titulares fue 1989, cuando la pizza fue entregada a la Casa Blanca. Luego la entonces First Lady, Barbara Bush, encargó 200 pizzas de la cadena para los niños de una recepción. El pizza-party fue un éxito y Pizza Hut recibió el título de pizza de la Casa Blanca.
Pero Pizza Hut también sufrió graves daños con la llegada de la pandemia del coronavirus. El 1 de julio de 2020, como consecuencia de las fuertes deudas y la crisis sanitaria, NPC International, una de las empresas afiliadas más grandes con aproximadamente 1.200 locales (de 13.000 en toda la cadena) y 40.000 empleados, solicitó la administración judicial para evitar la quiebra.
Una cadena éticamente responsable
¿El secreto del éxito de Pizza Hut? Probablemente su fuerte voluntad de cambiar a lo largo de los años, incluida la capacidad de comprender la importancia de devolver a la comunidad algunos de los resultados del éxito. En 2017 celebró el 25 aniversario de su programa Cosecha, que donó 100 millones de libras de alimentos a países pobres. La empresa se enorgullece de haber ayudado a abordar la epidemia de desperdicio de alimentos en todo el mundo.
Cada año se desperdicia entre el 30% y el 40% de los alimentos, mientras muchos millones mueren de hambre, un problema que Pizza Hut siempre se ha tomado en serio. Por lo tanto, creó un programa de donación de pizzas equivocadas, pizzas no presentables y sobras de buffet , dedicado a organizaciones benéficas locales de todo el mundo.
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