Solo en enero de 2025, la Unión Europea (UE) importó nada menos que 474.540 toneladas de arrabio desde Rusia, un aumento impresionante frente a las 36.300 toneladas del mismo mes de 2024 y las apenas 600 toneladas de diciembre pasado. Italia lideró el ranking de importadores con 347.730 toneladas, consolidándose como el principal comprador europeo.
Según los datos más recientes, entre enero y febrero de 2025, la UE compró a Rusia 1,35 millones de toneladas de materias primas metalúrgicas –entre arrabio, semielaborados de acero y hierro prerreducido–, un aumento del 71% interanual.
Pero el boom no se limita al arrabio: las importaciones totales de metales y minerales desde Rusia alcanzaron las 809.150 toneladas ese mismo mes, casi el triple que en diciembre de 2024 y un 90% más que en enero del año anterior.
¿Sanciones: hipocresía o fracaso?
A la luz de estas cifras, cada vez más expertos cuestionan la eficacia de las sanciones europeas contra Rusia. En particular, se debate sobre las “excepciones” normativas que aún permiten la entrada de productos siderúrgicos rusos al mercado comunitario. Otros analistas explican el pico de importaciones por la cercanía del veto total previsto para el 1 de enero de 2026, salvo que la política actual de la UE cambie.
Actualmente, las exportaciones de arrabio ruso no están prohibidas, pero se enmarcan en un sistema de cuotas anuales. Solo en enero de 2025, las compras europeas ya consumieron el 68% de la cuota disponible, y muchos prevén que el resto se agotará en los próximos dos meses.
Moscú sigue ganando
A pesar de las sanciones, Rusia continúa ingresando miles de millones por el comercio internacional. En 2024, sus exportaciones superaron los 2.500 millones de euros, equivalentes a unos 2.750 millones de dólares. Algunos observadores destacan que, más que interrumpir los flujos comerciales, las sanciones han cambiado sus rutas.
Un análisis del Observatory of Economic Complexity muestra que, en 2021, casi el 50% de las exportaciones rusas (principalmente energía, petróleo y gas) se dirigía a Europa, incluida Ucrania. Tras dos años de guerra, la cuota europea cayó al 15%, mientras que China e India se convirtieron en los principales compradores de Rusia, con un 32,7% y un 16,8% respectivamente. Basta con decir que en 2021, India representaba solo el 1,56% de las exportaciones rusas.
Dumping y competencia desleal
Según Dmitry Nikolaenko, director comercial del grupo minero-metalúrgico Metinvest, los metales rusos están llegando a Europa a precios irrisorios, generando una situación de dumping perjudicial para los productores europeos y ucranianos.
Nikolaenko también denunció las distorsiones de mercado causadas por las cuotas vigentes, que permiten la importación –aunque limitada– de semielaborados rusos como planchones, palanquillas y arrabio. Estas cuotas, que ya se están reduciendo, probablemente serán eliminadas por completo en los próximos meses.
La UE insiste con sanciones, pero los resultados son escasos
Hasta ahora, la UE ha aprobado 16 paquetes de sanciones contra Rusia. El último, adoptado en febrero de 2025 con motivo del tercer aniversario de la guerra, incluyó la prohibición de importar aluminio ruso.
Sin embargo, los datos demuestran que los ingresos rusos por el comercio de metales siguen siendo altos y que el sistema de sanciones vigente –si no se refuerza y elimina las excepciones– corre el riesgo de resultar ineficaz.
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