El jade está destinado a volar muy alto

El mercado chino de el jade está experimentando un nuevo renacimiento. Principalmente debido al enorme crecimiento económico de China.

El mercado del jade en China se está beneficiando de una clase media más rica, interesada en el producto más venerado de la nación.

La piedra del cielo

Para aquellos que viven fuera de China, puede ser sorprendente que entre todos los diamantes, rubíes, esmeraldas o zafiros, no haya piedra más preciosa para la cultura china. De hecho, el jade es la verdadera piedra preciosa, adorada como la Piedra del Cielo, un puente entre el mundo físico y el mundo espiritual. Es el símbolo de la virtud y la espiritualidad, que puede evitar el mal y proteger la salud, pero también denota riqueza y estatus social, como se puede ver en la sorprendente similitud entre los caracteres chinos para escribir «jade» y «emperador«.

De hecho, el jade ha sido asociado con el poder imperial. Los emperadores y los miembros de la familia imperial solían ser enterrados con trajes y ataúdes hechos de jade.

El jade es una piedra muy resistente y está disponible en una amplia gama de colores. Esto lo hace adecuado para su uso en obras de arte, muebles, jarrones y estatuas. Está disponible en dos variedades, nefrita y jadeíta, que para un ojo inexperto son casi indiscernibles entre sí. La nefrita existe en una variedad de colores, incluyendo negro, blanco, azul y numerosos tonos de verde. La jadeíta, a pesar de tener varios colores, es conocida por su color «verde imperial«. Antes de 1784, era la nefrita más utilizada, pero cuando el jadeíta llegó a China desde Myanmar, se convirtió en el más popular.

La economía y los precios del jade

Después de la caída de la dinastía Qing, los días oscuros de la depresión económica china durante la mayor parte del siglo XX paralizaron el comercio de jade.

Pero el siglo XXI ha visto surgir a China como una de las economías más poderosas del mundo y el jade se está convirtiendo una vez más en una de las materias primas más populares del país. Esto está teniendo un impacto dramático en la demanda. Según algunas estimaciones, en 2016, el mercado chino de jade (nefrita) tenía un valor de 30 mil millones de dólares.

A diferencia de los diamantes y los metales preciosos, no existe un sistema internacional para fijar los precios del jade. Fuera de las subastas públicas, los precios se establecen en transacciones privadas entre el vendedor y el comprador, lo que significa que el precio es bastante variable. Por ejemplo, el precio del jade (nefrita) en Canadá varía entre 90 y 910 dólares por libra, mientras que en Rusia varía entre 227 y 900 dólares por libra. En China, la nefrita blanca de gama alta todavía se vendía a 68.000 dólares por libra.

A menudo, el precio está determinado por las cualidades únicas de cada pieza, especialmente considerando cuatro factores: color, brillo, tamaño y trabajabilidad.

Aquellos que trabajan en este sector han visto cómo sus precios han aumentado dramáticamente, mientras que cada vez más inversores chinos consideran jade como una inversión. Ciertamente, en los últimos 10 años, dado que los precios han aumentado muchas veces, ha sido una inversión muy rentable.

Un caso sorprendente fue el del collar de jade Cartier que perteneció a la heredera estadounidense Barbara Hutton. Se vendió en la subasta de Sotheby’s en Hong Kong en abril de 2014 por 27,44 millones de dólares, un valor 6 veces mayor que cuando se vendió en 1994.

¿Dónde están las minas de jade?

Como se dijo, hasta hace poco la demanda de jade era escasa. Esto ha desalentado las inversiones en exploración y desarrollo de campos, dejando gran parte de la producción en manos de minas artesanales. Además, la formación geológica de jade en zonas de subducción, lejos de la superficie, hace que sea extremadamente difícil de localizar.

Sin embargo, en algunas regiones de Canadá se pueden encontrar en depósitos aluviales en ríos y arroyos. Pero Rusia también tiene importantes recursos de jade, especialmente en las regiones remotas de Siberia.

Pero la fuente más importante es Myanmar, que controla cerca del 90% del suministro mundial de jadeíta. Aquí, en 2016, algunos mineros descubrieron una gigantesca roca de jade de 192 toneladas, valorada en unos 170 millones de dólares.

Considerando todo esto, no es arriesgado pensar que podríamos estar en los albores de un crecimiento sólido y duradero para el mercado de jade y para aquellas compañías que pueden suministrar este material. La Piedra del Cielo está destinada a volar aún más alto.

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