Los precios de los diamantes sintéticos se establecen en una carretera en constante descenso. Sin embargo, los bajos precios y la alta calidad podrían desanimar a estos temerosos competidores en la industria de la joyería. He aquí por qué …
En el último año, la brecha de precios entre los diamantes sintéticos y naturales se ha duplicado.
Según el analista independiente Paul Zimnisky, el descuento para los productos sintéticos actualmente se sitúa entre el 28 y el 40 por ciento, en comparación con una horquilla entre el 11 y el 20 por ciento hace un año.
Por ejemplo, actualmente, un diamante sintético de 1,5 quilates vale 7.275 dólares mientras que uno natural con las mismas características 12.125 dólares. Doce meses atrás, las mismas piedras valían, respectivamente, 9.500 dólares y 11.875 dólares.
Piedras sintéticas a la venta en Alibaba
Así que, el mercado destaca bastante bien en cómo los diamantes cultivados en el laboratorio son cada vez menos costosos que los equivalentes naturales. De hecho, las inversiones en tecnologías de producción recientes y más efectivas han hecho que sea más económico producir diamantes sintéticos. El suministro en el mercado de estas piedras ha aumentado, así como la competencia, causando una presión a la baja en los precios.
Si echamos un vistazo rápido al portal chino Alibaba, el comercio electrónico más grande del mundo, nos damos cuenta de como es vasta y barata la oferta de piedras sintéticas.
La producción de diamantes creada en el laboratorio para aplicaciones industriales es algo que ha existido hace décadas. Actualmente, este sector representa el 99% de los suministros mundiales de diamantes sintéticos para ser utilizados como abrasivos. Sin embargo, producir un diamante en un laboratorio de calidad comparable al de uno natural, hasta hace poco, era un asunto bastante complicado.
Diamantes sintéticos para el mercado de alta tecnología
Pero con las nuevas tecnologías, los productores de piedras sintéticas, además de aumentar las cantidades producidas, han mejorado la calidad y la llamada calidad industrial casi ha alcanzado la calidad de la gema. Parece inevitable que la diferencia de precios entre los diamantes creados en el laboratorio y los naturales, de todos los tamaños y calidades, continúe aumentando, especialmente en el caso de los productos genéricos, es decir, no respaldados por la marca de un fabricante o distribuidor.
Pero la competencia entre los diamantes naturales y sintéticos de calidad superior podría pasar del terreno de las joyas al de la alta tecnología. Probablemente, en el mediano a largo plazo, las mejores piedras sintéticas terminarán en aplicaciones de high tech: en chips, óptica, dispositivos láser y equipos de conductividad térmica. El potencial tecnológico de los diamantes es enorme y, hasta la fecha, se ha explotado mínimamente.
Toda la comunidad científica y tecnológica no puede esperar para tener diamantes de alta calidad, producidos en serie y con costos aceptables. Cuando esto suceda, los diamantes sintéticos ya no serán los temibles competidores de los naturales para la producción de joyas, sino que definitivamente se trasladarán a un territorio de high tech.
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